Torrealday declaró que era uno de los socios del IPP; que la clínica tenía una sala de neonatología que se había iniciado pocos meses antes del alojamiento de los mellizos provenientes del Hospital Militar y que funcionaba como una institución abierta, es decir que cualquier médico podía internar allí sus pacientes y hacerles el seguimiento; negó haber sido jefe o encargado; e insistió en que no había una relación jerárquica.
El profesional está imputado por el encubrimiento de la sustracción y como partícipe necesario de la sustitución de identidad de los mellizos.
A partir de la ampliación de su indagatoria, el juez tiene diez días hábiles para resolver su situación procesal, es decir, si lo procesa, lo sobresee o dicta un camino intermedio que sería la falta de mérito. Mientras tanto, el médico permanecerá en libertad.
Está probado que el parto se produjo en el Hospital Militar. Tras el alumbramiento del varón, la madre lo arropó durante unos instantes hasta que unos hombres se lo llevaron; luego nació la nena. Enseguida los mellizos fueron internados como NN en la sala de terapia intensiva, porque supuestamente presentaban problemas respiratorios y cardíacos, y luego fueron derivados al IPP.
En su indagatoria, Torrealday reiteró que fue él quien entregó, en el año 2000, los libros de administración del IPP, donde estaban consignados los ingresos y egresos de pacientes y el origen en los casos de aquellos que llegaban derivados de otros centros asistenciales. Junto con la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y con Alicia Dasso revisaron ese registro donde consta el ingreso de la nena como “López, Soledad”, el 4 de marzo, y el varón como “López, NN”, el 10 de marzo, ambos procedentes del Hospital Militar, y su egreso, el 27 de marzo.
Según dijo ayer, la confección del libro de ingresos y egresos de pacientes estaba a cargo de una mujer que se ocupaba de todas las tareas administrativas en la clínica (“los médicos nos ocupábamos de la parte científica”, explicó), pero expresó que su labor era deficiente y “desprolija”.
Torrealday insistió varias veces en que por esos años el IPP era “una institución abierta” y mencionó que si los mellizos provenían del Hospital Militar, es posible que la derivación la hiciera el pediatra de ese nosocomio, que por esos años era Abraham Faisal, según dijo. “Es muy probable que quien los introdujo sea la misma persona que los haya retirado”, sostuvo. Sin embargo, esa información, que debería constar en las historias clínicas, no está disponible. “Se destruyeron debido a una ampliación que se hizo en 1980… estaban en un depósito que luego se inundó”, dijo.
El médico apuntado
Torrealday está acusado por el encubrimiento de la sustracción y como partícipe necesario de la sustitución de identidad de los mellizos.
En el juicio de 2011, fue señalado por los médicos y enfermeras del IPP como quien tenía mayor preeminencia en las decisiones que se tomaban en la sala de neonatología, donde permanecieron los bebés hasta que fueron dados de alta.
Su indagatoria había sido solicitada en los primeros días de octubre del año pasado por los querellantes y unas semanas después también por los fiscales. Creen que fue Torrealday quien coordinó el ingreso y permanencia de los mellizos en la sala de neonatología del IPP, como también el alta médica y la entrega de los bebés a personas que no eran sus familiares ni ostentaban ningún poder legal sobre ellos. También le achacaban la responsabilidad por haber permitido en su clínica privada a un bebé sin nombre (NN López) y otro con nombre falso (Soledad López), provenientes del Hospital Militar. El hecho de que no denunciara esto a un juez de menores hace pensar que Torrealday actuó con el conocimiento e intención de aportar a la sustracción y sustitución de identidad de los mellizos.