*Sergio Eckerdt criador de pollos padece cáncer de piel en la boca. Frente a su campo funcionaba hasta hace dos años una zona de aviones fumigadores:
“Teníamos como vecinos aviones fumigadores, hace dos años se fueron. Los vecinos tenían una hermosa quinta con frutales y se fueron muriendo…”
“Me salió un grano y no le daba pelota, apareció hace tres años, le pasaba aloe vera y me calmaba. Mi primo me llevo a hacer una biopsia con un radiólogo de Villaguay. A los 15 días me dicen que es cáncer de piel, si no te operas va a agarrar el hueso de la ancia”.
“En Villaguay es lo mismo, vaya donde te vayas andan con el avión fumigador, en el tiempo de antes no se ocupaban esas cosas, ni siquiera el Roundup (glifosato), que ahora cada vez lo hacen más fuerte, no existía la siembra directa, ahora matas con el Roundup y sembras…”
“Hay que ir con una orden judicial, anda a los Molinos Schmukler, yo tengo conocidos que a veces no pueden respirar con los químicos detrás de ellos. Hay que empezar con los galpones de los arroceros”.
*Paola Dávila, madre de Tiago de 3 años. Su hijo tuvo Apnea al nacer, como secuela padece ani-paresia del lado derecho:
“Vivimos en este barrio hace 12 años, acá a una cuadra comienzan todos los molinos que están secando el arroz”.
“Él cuando nació tuvo Apnea: son faltas respiratorias. Entonces a causa de eso la secuela que tiene es ani-paresia del lado derecho, no tiene los músculos desarrollados. Él está los cinco días con estimulación, si no hace ejercicio no va poder desarrollar los tendones y no va a poder usar el brazo derecho. Los neurólogos nos dijeron que esto puede ser de por vida o no, depende de cómo vaya creciendo y evolucionando”.
“Algo pasa en esta zona. Todos trabajamos en base a los arroceros pero tenemos que empezar a cambiar los productos. El contacto con el polvillo es ambiental, en tiempos de secado todo esto es blanco”.
*Roberto Dekimpe, inhaló el insecticida Potosín un fumigante para el arroz, como secuela perdió la capacidad reproductiva y tiene problemas en los pulmones:
“Fui a controlar que todo esté en condiciones y veo una bolsita de Potosín que se usa para el gorgojo. La levanté sin tomar precauciones porque despide una ceniza que se degrada, aspiré y me desmayé. Me internaron en el Hospital de Concordia, estuve en terapia intensiva, y como consecuencia perdí la capacidad reproductiva y empecé a tener problemas en los pulmones”.
“El problema está todo el año si no es el polvillo del arroz, es la soja que está en todos lados”.
“La Municipalidad pidió que estos días que está el campamento sanitario las empresas paren los molinos, ninguno está trabajando ahora. Lo están haciendo en beneficio de ellos, porque son los que mueven la economía de la ciudad. Nosotros no pedimos que las empresas se vayan, sino que se trabaje como se tiene que trabajar, yo tuve parado en Molino Dos Hermanos, sacando fotos y no se ve ningún polvillo, fui y pedí permiso y entré, porqué si el Molino Dos Hermanos lo puede hacer, porqué acá no”.
Conclusión
DIARIOJUNIO consultó a Lorenzo Torres, director del Hospital San Miguel de San Salvador sobre la situación de vulnerabilidad sanitaria-ambiental por parte de la población: “Hay factores predisponentes, factores agravantes, hay condicionantes en la salud de la gente. Los vecinos se fueron preocupando porque a simple vista pareciera que tenemos más casos oncológicos, y entonces ante la inquietud de los vecinos se hizo una organización Todos por Todos”.
Torres señaló que “El polvillo es un contaminante ambiental importante, el polvillo trae mucha cosas… Teníamos pacientes con bloqueo neurológico”.
“Todos los tarros los dejaban tirados en cualquier lado, nosotros teníamos órganos clorados y fosforados. Actualmente no se usan más, pero pasa que los clorados y los fosforados se encuentran 80 y 100 años después”, advirtió el director del Hospital de San Salvador.
“Muchas veces es el mal desecho de la sustancia, no la sustancia en sí. Por qué se intoxica la gente y los empleados rurales, muchas veces por el mal manejo, el mal uso de la droga”, argumentó Lorenzo Torres.
Y por otro lado agregó: “Nosotros tenemos el ciclo productivo del arroz, de eso vive la gente, acá se planta, la gente trabaja en los campos y cuidando las arroceras; se cosecha el arroz. Hay una gran industria metalúrgica que está trabajando en eso. Nosotros para un pueblo de 17.000 habitantes debemos tener 45 molinos arroceros, es una industria muy importante en lo que tiene que ver en nuestro contenido ambiental. El arroz de acá, va del grano que se planta hasta la bolsa que va al supermercado”.