El sismo ocurrido en la madrugada de ayer, el cual alcanzó una magnitud de 8, 8 en la escala de Richter, dejó a más de 500 mil chilenos sin casa, un millón y medio de viviendas con algún tipo de daño y más de dos millones de personas damnificadas, según ínformó la presidenta trasandina, Michelle Bachelet.
“El sismo afectó al 80% de la población nacional. Una tragedia que se ubica entre los terremotos más grandes de la historia y el de mayor magnitud en los últimos 50 años en Chile”, explicó anoche la mandataria, quien llamó al pueblo chileno a «enfrentar la adversidad y ponerse de pie».
Ante la gran magnitud de la tragedia, el gobierno trasandino habilitó refugios para albergar a los damnificados, retrasó el inicio del ciclo escolar hasta el 8 de marzo y suspendió todos los actos masivos.
Las regiones más afectadas (Maule, Bío Bío, Valparaíso, Araucanía, De los Ríos y Metropolitana) fueron declaradas zonas de «catástrofe».
El terremoto, que despertó tensión y pánico en todo el mundo por posibles tsunamis, tuvo su epicentro a 99 kilómetros al nor-noroeste de Concepción, en la región del Bío Bío.
Entre las víctimas figuran cinco habitantes del archipiélago de Juan Fernández, a unos 600 kilómetros de la costa chilena, donde además se reportaron once desaparecidos cuando una enorme ola penetró en el principal poblado de ese territorio insular.
