Miller menciono la existencia de un estudio de la Asociación Iberoamericana de Termalismo y Bienestar que establece que hasta cuatro personas pueden permanecer en un área de 10 metros cuadrados en salas cerradas. En espacios abiertos, una persona cada 1,5 metros cuadrados. Por ello, piensan en situar un objeto como referencia en el césped para ser ocupado por grupo familiar. “Pensábamos en poner tipo una estaca”, indicó.
En piscinas cerradas, puede haber una persona cada tres metros cuadrados y en piletas abiertas, una cada tres metros cuadrados. Y el tiempo en el agua no puede exceder los 15 minutos. Las aguas deben ser cloradas y Miller explicó que todas las piletas de por sí tienen ese elemento de limpieza. No obstante, hay una discusión acerca de si el virus se transmite o no por el agua. Por ello, esperan que el ministerio de Salud de la Provincia se expida al respecto.
Por ahora es impensable pensar en los turistas por dos cuestiones. Por un lado, el acceso a las ciudades está muy restringido. “Es muy difícil sacar un permiso para transitar”, admitió Miller. Por el otro, los hoteles los restaurantes están cerrados. “Sin hoteles y restaurantes, tener un complejo termal abierto no nos serviría”, dijo. De todas formas, en Federación piensan en una primera etapa recibiendo a visitantes provenientes de diferentes lugares de la provincia.
La idea es que el borrador sea tenido en cuenta a la hora de elaborar el protocolo definitivo para todos los complejos termales de la provincia. “Cada uno lo va a tener que adaptar su parque termal”, explicó.
El protocolo fue armado en base a la superficie del complejo y a la capacidad de las piletas. Respecto de la venta de entrada, evaluaron hacerla lejos del portal de ingreso, vía online o en otros lugares, para no generar aglomeraciones.
Asimismo, existen dudas respecto de la viabilidad económica de abrir los complejos con tanta incertidumbre en el medio. Más aun teniendo en cuenta que en esta etapa del año, la temporada fuerte, se debe a la asistencia de las excursiones de jubilados o de personas mayores de edad, el grupo de riesgo de covid-19. Por disponibilidad de tiempo o por promociones, son los grupos que mayoritariamente asistían días de semana dado que las familias, con hijos en edad escolar, solo acudían los fines de semana largos.
Miller estimó que antes del 1° de septiembre no se habilitarán los complejos termales. «Tene en cuenta que el 60 o 70 % del turismo que llegaba antes a Federación es justamente de la zona más complicada como Capital Federal y el Conurbano, eso nos restringe bastante”, dijo.
Pero en la ciudad están urgidos de turistas dado que el parate que se ha generado es “grandísimo”. “Dependemos mucho del turismo, no solo por el nivel de trabajo que se genera sino que el municipio tiene como recaudación el ingreso del Parque Termal”, añadió.