Él explica: ‘Pertenecer” desvela a la clase M’, porque a diferencia de las aristocracias europeas, donde sos parte o no, según tus ancestros, entendiendo por tales a un inventario que por lo menos se remonta a 50 generaciones atrás, aquí, los locales, con menos de una decena llenas todos los casilleros’, explica, ‘entonces apelan a otros modos, porque invariablemente si seguís investigando te encontras con toda clase plebeyos, pícaros y aventureros, a los que es mejor quitar del árbol genealógico por obvias razones. Los códigos de la clase M local han sido mal copiados de los españoles que a su vez los han tomado de los ingleses’ Y a falta de feudos y ducados que permitan acreditar pertenencia, el remplazo ha sido la exhibición, generalmente obscena, de posesión de medios económicos, lo que provoca una inevitable melange en la que van entreverados los que piensan acreditan blasones, con los recién llegados al banquete de pordioseros de nuestra clase M. Porque como toda copia, o en este caso copia de copia, termina siendo una macchietta patética, pero muy útil para entender la realidad.
‘Los portadores de apellidos incluidos en la “Guía Social[i]” tienen que aguantarse el entrevero con los “new rich” (según los llaman lo españoles) o los Snob -Sine Nobile- (según los llaman los ingleses), explica el sociólogo, porque nadie tiene el ‘pedigrí’ limpio, aunque, eso sí, los invitan a los casamientos, pero no a los bautismos’
LOS MATONES DEL PRO NO DEJARON SUBIR ‘PAJUERANOS’ AL ESCENARIO.
El esquema de pertenencia se replica en los escenarios más inverosímiles, reuniones sociales, eventos deportivos, participaciones fúnebres en La Nación, etc.; aunque recientemente, desde que la clase M encontró en el PRO su identidad política, también esta actividad esta impregnada por la segmentación y discriminación.
Como todos sabemos que el sol alumbra primero en baires, y después, si sobran algunos rayos, en el resto del país. Siempre ha sido así, aunque los partidos políticos del populacho se han permitido boutades tales como traer un riojano o un santacruceños y ponerlo de presidente. Pero eso no ocurre ni jamás ocurriría en el PRO. La divisa custodia las más rancias tradiciones del unitarismo porteño y jamás de los jamaces se permitiría dar espacio estelar a ningún pajuerano. Algo que tuvieron que sufrir en forma de humillación personal, Cornejo y Valdés en el acto con el que la divisa a la que adhieren festejó el resultado del 14/n.
Ambos dos se sintieron por un momento ‘presidenciables’ por los resultados obtenidos en sus provincias, e ingenuamente concurrieron a la CABA a participar, triunfantes, en el escenario porteño. Pero sufrieron un baño de realidad histórica que los puso nuevamente en su lugar: los matones que custodian al gato y a la pato tenían orden de cortarles el acceso al codiciado escenario al que ellos pensaban subirían en medio de ovaciones de reconocimiento, ni siquiera los dejaron arrimar, lo que si estaban eran los referentes PRO de la alianza política que los lleva como comparsa. La fotografía es más que elocuente, faltan radicales, incluso, para quienes vieron el video del evento no escapó el detalle de los cánticos que proclamaban ‘el que no salta es radical’, algo que sorprendió a Cornejo y a Valdés, que desde el llano se preguntaron con la mirada ¿tenemos que saltar?
Lamentablemente (para ellos), no son amigos de mi amigo el sociólogo, si lo hubiesen sido, él les habría advertido: “No vayan, ellos te invitan a los casamientos, pero no a los bautismos”
[i] https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/una-red-social-exigente-nid1162120/
