En lo que respecta a la familia Cresto, las ganas de suspender el encuentro de Rosario del Tala ya estaban maduras a principio de semana, abonadas por una serie de llamados telefónicos que provenían de funcionario provinciales.
A pesar de esto, el propio Enrique Cresto se refirió al potencial cónclave en una entrevista realizada el pasado miércoles, en el programa “A quien Corresponda” (Radio Del Plata). Allí, adelantó que en Tala se definirían los lineamientos de la Lista 100 y que en lo personal daría “un paso al costado”.
En realidad la suerte de encuentro ya estaba echada. Varios dirigentes de lo que se denominó “solanismo” ya entendían que no había mucho para discutir. Sobre todo luego que el diputado Rubén Adami, ex referente de la lista 100 en Colón y ahora integrante –con Cresto- del bloque “Unidos por Entre Ríos”, afirmara que “no tendríamos ningún problema en estar cerca de la lista que arme el gobernador Jorge Busti”, en referencia a los comicios legislativos de octubre próximo.
Para seguir sumando casualidades, ayer el gobierno le volvió a reconocer representatividad al legislador de Concordia, permitiéndole que participara de una entrega de aportes y del análisis de una serie de obras para la ciudad.
Evidentemente el gobernador Jorge Busti tiene otras proyectos que no le impiden volver a sentarse con un integrante de la familia Cresto. Ya que si bien es cierto que los calificó como “lo mas rancio de la derecha peronista”, no avanzó como su elegido sucesor Sergio Urribarri, que los ubicó -tácitamente- en el mínimo porcentaje de entrerrianos con los cuales no se podría reconciliar.