Tala de árboles: asambleístas y vecinos acamparon anoche y se mantienen en la zona

Los asambleístas quieren mantener un dialogo con el Ejecutivo para desplazar de la hoja de ruta que concebía como tarea principal para el ensanche la tala del arbolado. «Que el ancho de calle se mantenga pero que se incorpore a un redireccionamiento de los fondos para la obra a lo que los vecinos necesitan como desagües pluviales que deben ser desobturados que hace 30 o 40 años que no se limpian”, dijo.

“Hay fresnos de 80 o 90 años con una frondosidad importante, hay ejemplares dañados, pero son muy poquitos. Ayer cuando recién comenzó el proceso que después se frenó porque hubo vecinos que lo interrumpieron se sacaron unos ejemplares que estaban dañados. Ya deberían haberse sacado, no para la obra de ensanche, sino para la recuperación de la calidad del arbolado y la sustitución de los ejemplares dañados por nuevos. Pero se sacaron dos muy dañados y uno que no debió haberse sacado”, remarcó.

Más adelante, el asambleísta dijo que son 100 árboles de 80 años de antigüedad. Sumando todas sus edades, concluyó que son 80.000 años de desarrollo del proceso de la naturaleza a través del encuentro de la tierra con el aire en la figura del arbolado. “Eso termina en el suelo por acción de una maquina topadora en dos días”, recalcó.

Verzeñassi indicó que esta mañana se dirigían al Concejo Deliberante, que estaba sesionando, para plantear la temática ambiental. “Sobretodo porque hay un concejal oficialista con quien hemos tenido diálogos muy provechosos en tiempos anteriores y ese tipo de diálogos dio como resultado una ordenanza que impulsó una jerarquización del arbolado público como herramienta principal de la salud pública por la calidad del aire y en la mitigación del cambio climático”, recalcó.

De hecho, remarcó que el arbolado público es reconocido a nivel mundial como uno de los pilares para sobrellevar las consecuencias de los cambios climáticos en los espacios urbanos, mitigando, a su vez, el impacto de las temperaturas extremas y la alteración que provocan en la calidad del aire que se respira por el consumo de los combustibles fósiles y la exposición de esos gases a la radiación solar.

Todos esos argumentos fueron presentados en un recurso de amparo que interpuso la Asamblea contra la intervención de la municipalidad en calle Racedo. Pero fue rechazado en la Justicia. “Desoyeron todo lo que presentamos como prueba irrefutable pero no fueron contempladas en la etapa probatoria ni por la municipalidad ni por el fallo judicial”, señaló. “Estamos advertidos de que el derecho ambiental es una materia pendiente que hoy tenemos en la Justicia”, indicó el asambleísta.

Además, Verzeñassi destacó el rol de la Defensoría del Pueblo de la municipalidad que jugó un rol importante en la búsqueda de un dialogo entre el Ejecutivo y los asambleístas. “Hace mucho tiempo que lo venimos buscando y hoy tampoco sabemos si va a ser posible”, dijo.

Por otra parte, dijo que la lucha no es protagonizada solo por los asambleístas sino que los vecinos frentistas de la zona son quienes la iniciaron. La obra contempla que la calle se ensanche transformándola en una avenida. Pero Verzeñassi dijo que en los dos extremos del trazado que se quiere modificar en esa zona nunca hubo embotellamientos visibles o agudos que requieran de una intervención.

En cambio, sostuvo que los vecinos reclaman que debe resolverse el sistema de agua potable, de transporte de líquidos cloacales o de alumbrado público que están por encima de las copas del arbolado y no alumbran bien.

“El ancho de estas veredas son extraordinarios. Son las veredas deseadas por cualquier familia que quiere que sus hijos tengan espacio por donde transitar y jugar con seguridad. Son las que recomienda Francesco Tonuchi, un psicopedagogo italiano que recomienda que los chicos vuelvan a caminar por las calles y las veredas y que puedan ir caminando a las escuelas. Esa predica tiene una gráfica ejemplificadora en el trazado de la calle Racedo de Paraná”, argumentó.

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