Según remarcó el funcionario, la mamá del menor fue quien solicitó la intervención de esta área ante la insistencia del nene por cambiarse de colegio por el acoso que sufre ante sus pares. “Por dar un sólo ejemplo de lo que cuenta él que padece diariamente, como ya no se anima a ir solo al baño en el recreo por temor a sus compañeros, pide permiso en horas de clase. Pero esta docente sería la única que se opone a que vaya y aprovecha incluso esos momentos para ridiculizarlo”, agregó Maciel. “Nosotros desde acá los ayudamos a redactar el pase, le dimos asistencia legal y lo vamos a acompañar en lo que avance dentro de esta causa”, añadió.
El el mismo contexto, el abogado Ezequel Milera aclaró que desde la secretaría sólo pueden asesoral a la familia en su accionar y acompañarlos ante lo judicial pero no puede ejercer como letrado en la denuncia. "Podemos ayudarlos en todo lo relacionado con la causa y sun situación, peroe llos deben tener un representante legal que firme, esté con ellos y continué el caso. Nosotros sólo estamos para aydar y asesorar que eslo que nos pidieron", detalló
A raíz de lo que estaba sucediendo, la familia decide cambiarlo de colegio pero no habría recibido el apoyo suficiente del personal directivo ni el de la directora Departamental de escuelas, Griselda Di lello, para efecutar el traslado. “Nosotros lo acompañamos también a gestionar el pase a la escuela Vélez Sarsfield porque supimos que Di Lello dijo que iba a tomar intervención sobre la docente, pero que el nene tenía que permanecer en la Normal y la verdad es que él ya no quiere seguir allí", aclaró Maciel y detalló: "Por eso es que se hace la denuncia judicial: para que le otorguen el pase lo antes posible y también para que de alguna manera la docente no repita esas actitudes con ninguna otra persona”, afirmó.
En ese contexto, el director de Derechos Humanos afirmó que la actitud de la docente “sobrepasaría” la cuestión académica, administrativa y educativa y su accionar podría estar enmarcado dentro de un delito. “Teniendo en cuenta que la víctima es menor, que el docente le estaría impidiendo el normal desarrollo de su actividad escolar, que por la actitud de los compañeros no quiere salir del aula ni ir al baño y que la maestra estaría avalando esta situación, es que se requiere de la justicia para que intervenga”, explicó Maciel. “Toda esta situación genera en el menor una inestabilidad emocional que es inaceptable a esta altura y que se debe frenar ante el primer indicio de discriminación”, finalizó