“El suicidio no es una cosa novedosa en la civilización, el ser humano trae consigo un poder autodestructivo impresionante, y dentro de esas posibilidades de autodestrucción está el suicidio”, explicó el profesional en declaraciones a Cuarto Poder.
Lifschitz dijo desconocer si hay un motivo concreto por el que Entre Ríos está en esta situación, aunque aclaró “esto sucede en sociedades altamente tecnificadas, esto tiene que ver con nuestra condición humana”.
Continuó explicando que el suicidio no es una patología en si misma y que existen varios tipos de suicidios.”Puede ser una persona que está alienada, psicótica, perseguida, o puede ser un suicidio pasional, o un chico que entra en un cuadro melancólico”, enumeró.
En este sentido explicó en estos casos “las condiciones o factores externos hay que aplicarlas para cada caso particular”. Además remarcó que en el tratamiento de suicidas es muy complicado porque “el sujeto deja de percibir que es el mundo externo lo que está perdido” y piensa que él mismo es quien está perdido. «Es peligroso porque recae toda la culpa, toda la descalificación sobre su propia persona y ahí es donde se puede producir el clic que produce un suicida”, concluyó.
En cuanto a la vinculación entre problemas socio-económicos y suicidios, Lifschitz dijo que si bien no está en condiciones de afirmar que haya una influencia directa, reconoció que “la exclusión, la miseria, la pobreza, el desamparo, lo que nosotros vemos en nuestra ciudad es caldo de cultivo de generar cualquier tipo de patología mental y física”.
Por último el psicólogo se lamentó por el atraso en la atención de Salud Mental en nuestra ciudad. “Hay muy buena voluntad”, pero “no hemos avanzado, no hay condiciones para atender”, expresó. Además “la salud mental es lo último que se está atendiendo”, remarcó Lifschitz, aunque reconoció “no es solo un problema gubernamental, también tenemos nosotros nuestras propias responsabilidades”.