Suicidio en Tribunales: ‘no pueden convivir en un edificio temáticas tan diferentes entre sí’, dijo una abogada del foro local

En verdad, cualquier persona que haya concurrido a Tribunales en los últimos tiempos habrá notado la cantidad de personas privadas de su libertad, custodiados por personal policial, que esperan sentados o haciendo fila en los pasillos al lado de quienes acuden para hacer una denuncia o realizar algún trámite. El movimiento es incesante y los detenidos a veces pasan largos periodos de tiempo esperando ser atendidos.  Petit sostuvo que falta organización interna pero, sobre todo, inversión en los edificios del poder judicial.

Petit indicó que es un edificio al que se le han hecho reformas, pero es muy antiguo y no puede tener tantos fueros en su interior. “Hay una mezcla de fueros que realmente nunca tendrían que convivir porque tratan problemáticas realmente diferentes”, sostuvo.  

“En estos momentos hay dos fiscales por oficina. Cuando uno atiende a una víctima, el otro tiene que esperar afuera. O la víctima cuando sale se cruza con el agresor. A veces los Juzgados de Familia atienden a chicos que no son víctimas de delitos, por lo que no van a Cámara Gesell, sino que van a una entrevista con el juez y se cruzan con todo este tipo de hechos. Y algún día podemos llegar a suceder algo más grave porque hay gente de todo tipo, con todo tipo de delitos, cruzándose con personas que van por una tenencia, por un divorcio, temas que no son tan conflictivos”, explicó.

“Cuando a cualquier de nosotros nos pasa algo, a lo primero que recurrimos es a la Fiscalía. Primero porque la gente no quiere ir a las comisarias porque les tienen desconfianza, muchas veces no los quieren tomar la denuncia o no los entienden, sobre todo a las mujeres. Y recurren a la mesa de entrada de Fiscalía”, indicó.

Pero la mesa de entrada de Fiscalía se convierte en la mesa de entradas de la justicia en general. “Cuando hacemos cola como profesionales, escuchamos de los más variados temas. Temas que sí tienen que ver con el Foro Penal y temas que no tienen nada que ver con usurpación, que no es un delito, sino que es un desalojo. Y todo se mezcla”, indicó.

Lo cierto es que en la fila hay policías con personas condenadas, con personas procesadas con prisión preventiva y familias con chicos, con menores que van a hacer una entrevista con los Juzgados de Familia que están en el primer piso o al médico forense que está ahí, pero no debería porque atienden a personas que tienen lesiones, pero también a hijos que buscan a sus padres y piden un estudio antropo-morfológico que los hace también el forense”, dijo la abogada.

Sobre el trato de los empleados judiciales con las personas que acuden al edificio, Petit explicó que no es lo mismo de quienes atienden en un juzgado de Familia con el del fuero penal.  Los primeros están capacitados y acostumbrados a tratar problemáticas que tienen muchas cuestiones emocionales subyacentes mientras que los segundos están más acostumbrados a un trato “frío y estructurado”.

Además de inversión, Petit reclamó organización interna en el edificio. “Seguramente una persona va a la Mesa de la Fiscalía, y dice ‘vengo por tal motivo’ y la orientan, Y ella dice ‘no tengo abogado’. La derivan al primer piso donde está la Defensoría de Pobres y Menores, pero dan número de atención recién en los primeros días de cada mes, excepto que sea un caso urgente. Allí también se producen esperas. O la mandan al Colegio de Abogados donde las orientan gratuitamente, pero una vez a la semana”, dijo.

Sobre lo sucedido el miércoles pasado, Petit remarcó que se debe realizar un esclarecimiento para que la familia y la sociedad sepan que sucedió. De igual modo, opinó que “nunca un caso es igual al otro y no se puede generalizar”. No obstante, reiteró lo que le preocupa es la falta de inversión, de infraestructura y de lugares adecuados para atender a las víctimas de violencia de género.  

 

 

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