Bourdín estaba sancionado desde el jueves porque había protagonizado una riña con otro interno. “Fue una riña común y silvestre. Pero ya había terminado. Ellos se sacan las ganas con sus peleas y termina todo ahí. No era el motivo, seguro que no”, explicó.
Ayer a la tarde, Faure les notificó a ambos que había levantado las sanciones y debían volver con el resto de la población penal. Uno de ellos aceptó, no así Bourdín quien prefirió quedarse aislado porque intuía que iba a volver a enfrentarse con otros reclusos. “Conseguí lugar en la alcaldía y hoy o mañana ya lo íbamos a llevar”, expresó el director. El recluso sabía de su inminente traslado desde ayer y llevó desayunó, almorzó y tuvo un recreo de 4 horas hasta que volvió a la celda donde fue encontrado sin vida.
El director aseguró que no había traslucido algún pensamiento que preanuncie su final. Sólo estaba disconforme con su condena (había cumplido 10 meses de una condena de 18 años por robo calificado y tentativa de homicidio aunque el fallo había sido apelado al Superior Tribunal de Justicia). “Aún dándole los 18 yo le decía que la mitad iba a tener que estar en la cárcel porque saben perfectamente que una vez que pase la mitad yo los largo a la calle”, precisó Faure. Pero para ello requería un trabajo y Bourdín le había confiado que “sabía algo de albañil”.
Ya es el segundo caso de un interno que se quita la vida. A principios de año, en el santuario de una virgen ubicado en Villa Zorraquín se disparó un interno de apellido Paiva que estaba fuera del penal debido a que tenía salidas transitorias. En cuanto a decesos violentos, hubo otro caso en diciembre de 2004. Un joven de 26 años, Omar Alfredo Rolando, fue encontrado en el sector de duchas del baño con puntazos en su pecho.
El presidio cuenta con un gabinete criminológico integrado por asistentes sociales, psicólogo, psiquiatra, médico clínico y criminólogo. “Periódicamente los llevamos a dialogar con ellos cuando se ponen muy nerviosos porque las familias les traen malas noticias”, expresó. “A veces, hablando desisten aunque es muy difícil porque la persona que se decide a quitar la vida falla una vez, dos veces”, expresó. Luego del fallecimiento, la madre les confió que había tenido algunos intentos antes de ser encarcelado. Pero durante su estadía en la cárcel “nunca había dicho nada ni dado indicios de nada”.