Desde el organismo provincial se destacó que en Entre Ríos quedan fuera del nuevo escenario el 96,5% de los hogares, que están comprendidos dentro de la franja de usuarios que consume hasta 1.000 kilowatios hora por bimestre; el 95% de los comercios, que integran el sector de usuarios que consumen hasta 4.000 kilowatios hora por bimestre; el 92% de los medianos y grandes usuarios que consumen menos de 300 kilowatios de potencia y el alumbrado público.
La reducción de aquellos subsidios se verá compensada por un aumento diferenciado en las tarifas que comprenderá a los sectores de mayores ingresos y a las grandes industrias. Así, la medida significa el retiro de los subsidios totales para sólo el 0,1% de los usuarios residenciales y una disminución del beneficio para el restante 3,4%.
El anuncio que el ministro de Planificación Federal Julio De Vido realizó el 31 de octubre refiriéndose a la quita de subsidios a la energía eléctrica tuvo su repercusión en la provincia. En aquella oportunidad, el funcionario adelantó en una conferencia de prensa en el Ministerio de Economía, que se realizará una disminución de aquellos subsidios a los usuarios residenciales de mayor consumo y por ende de mayor poder adquisitivo.
Desde 2001, los sucesivos aumentos en el costo de generación de la energía eléctrica no se trasladaron a la tarifa de los usuarios residenciales, como así tampoco al resto de los usuarios. La salida de la convertibilidad en enero de 2002 significó la configuración de un nuevo escenario en el que el valor de los costos se triplicó.
En ese sentido, también se triplicaron los costos de generación de energía, a lo que se sumaron el incremento de la producción de energía con combustibles líquidos, gas oil y fuel oil –los otros métodos comprenden energía hidráulica, nuclear y gas natural– y el crecimiento de la demanda producto de la reactivación económica. Todo este cóctel derivó en que el costo de generación de energía se quintuplicara.
En ese contexto, el Estado nacional intervino subsidiando una parte importante del incremento, logrando que tal aumento no impacte en el bolsillo de los usuarios. Es importante destacar que la configuración del nuevo escenario tarifario se realiza a partir de lo que cuesta generar energía eléctrica desde las distintas generadoras y no incluye los costos de transmisión y distribución posteriores ni los costos operativos de las distribuidoras.
Para la franja de 2.300 usuarios que consume entre 1.401 y 2.800 kilowats hora bimestrales y constituyen el 1% del padrón, el incremento será de 6 centavos por kilowats hora consumido; y por último para 200 usuarios que están agrupados en el 0,1% el incremento será de 12 centavos por kilowatios hora consumido.
En lo que respecta a los sectores que realizan actividades comerciales, de servicio o productiva, el impacto reviste la misma modalidad, los que más consumen más pagan. Así, para los usuarios de pequeñas demandas, entre los que están incluidos los pequeños emprendimientos comerciales, sólo recibirán el incremento proporcional 1.500 usuarios que consumen más de 4.000 kilowats horas bimestrales, sobre un padrón de 35.000 usuarios, es decir sólo el 4,6%. El incremento para este segmento será de 10 pesos cada 1.000 kilowats hora consumidos.
El otro segmento que se verá afectado con el retiro de los subsidios es el de los usuarios incluidos en la categoría de grandes demandas. Para esta franja de 2.000 usuarios, sólo 120 –el 6% que corresponde a los sectores industriales más importantes de la provincia– percibirá un aumento de 30 pesos por cada 1.000 kilowats horas consumidos.