La subcontratista Teyma tenía firmado con la empresa química Kemira el contrato B14-2 correspondiente a trabajos de obra civil para la planta de Peroxido que la empresa se encuentra instalando dentro del proyecto del Botnia.
El aporte de la empresa incluían obras para las fundaciones de la construcción, losas, pisos, edificios y diversos trabajos de albañilería, entre otras.
El alejamiento de la empresa fue corroborado por medio de fuentes gubernamentales de primer nivel, que reconocieron que Teyma ya entregó todas las casas que tenía en alquiler, a excepción de una que la mantiene para guardar los muebles y útiles. Para hoy ha citado a todos los funcionarios jerárquicos a Montevideo para una reunión e incluso también se les notificó que deberán entregar todos los autos que tenían en alquiler. Aún les queda la maquinaria que está dentro del predio de Botnia, la cual no se les permite por el momento retirar, porque la empresa finlandesa tiene la intención de arrendarlas, negociación que permanece sin cerrar.
Sin duda, Botnia está atravesando una etapa crítica en su proyecto Orión, porque sin financiamiento, con conflictos laborales, con contratos que se le caen y con la implacable objeción a la licencia social que se realiza desde Gualeguaychú, ha convertido a su propio proyecto en un gigante con pies de barro.
Con respecto al incidente donde resultaron heridos dos obreros, sus compañeros criticaron al empresario ante las cámaras de Canal 10 de Montevideo, explicando que “al ver autos parados, el ejecutivo tenía que haberse dado cuenta. No tenemos el mismo idioma pero por lo menos nos entendemos”, intentó explicar un trabajador.