El joven, según contaron sus familiares, “hacía varios días que se venía sintiendo mal, pero no quería ir al médico: Pero mi hermana al final ayer lo llevó al Hospital, a la mañana y de nuevo a la tarde”, relataron.
José Augusto Fernández ingresó por segunda vez al Hospital a las 5 de la tarde y quedó internado. Había estado por la mañana en la Guardia, presentando síntomas gripales, como las personas que se atendieron ayer también en ese nosocomio. La diferencia es que no tenía componentes respiratorios en su cuadro. Y como desde que en Gualeguaychú ‘la leptospirosis es una enfermedad prevalente’ –tal como lo definió el director del Hospital Centenario, Hugo Gorla, a El Día-, decidieron internarlo y realizar los estudios pertinentes.
A las 11 de la noche el cuadro se agravo con la rapidez y agresividad propia del hantavirus o la leptospirosis, por lo que fue trasladado a la Terapia Intensiva. Allí, el joven sufrió un paro respiratorio que obligó a los médicos a decidir su entubación (colocación de respirador artificial), pero comprobaron que los pulmones eliminaban sangre. A la 1 de la madrugada falleció.
