¿Son los peques el futuro? No, son el presente

Parece que no hay suficiente conciencia de que la vida transcurrida durante la primera infancia va a ser condicionante de toda la vida de la persona. No solo se trata de alimentación, se trata de protección, educación y sanidad de ambiente social, emocional y biológico. 

La UNESCO advierte sobre la importancia de la atención y educación de la primera infancia (AEPI). A pesar de las investigaciones que demuestran los beneficios de la AEPI , solo la mitad de los países garantizan la educación preescolar gratuita. En Argentina, la Ley Nacional de Educación prevé la obligatoriedad a partir de los cuatro años, sin embargo, aún hay mucho por recorrer para garantizar que todos los niños y niñas estén integrados al sistema escolar a partir de esa edad.

El período que va desde el nacimiento hasta los ocho años se caracteriza por el desarrollo significativo del cerebro de los niños y constituye una ventana de oportunidades esencial para la educación. Cuando los niños están sanos, seguros y aprenden bien durante sus primeros años, están más capacitados para alcanzar su pleno potencial de desarrollo como adultos y participar eficazmente en la vida económica, social y cívica. 

Un conjunto de investigaciones y pruebas fehacientes apoyan esta afirmación e impulsan el aprendizaje temprano en el centro de los debates mundiales y las prioridades gubernamentales. El primer argumento proviene de la neurociencia, que ha demostrado que el entorno afecta a la naturaleza de la arquitectura del cerebro: las primeras experiencias del niño pueden proporcionarle una base sólida o frágil para el aprendizaje, el desarrollo y sus comportamientos posteriores. El segundo es el de la economía, que ha documentado el mayor rendimiento económico de la inversión en programas previos a la escuela que en programas para adolescentes y adultos. El tercero proviene de las ciencias de la educación, que han demostrado que la participación en los programas de atención y educación de la primera infancia aumenta la preparación de los niños para la escuela y reduce la diferencia entre los niños socialmente favorecidos y los desfavorecidos desde el primer día de escuela.

Desde el punto de vista de los derechos humanos, la ampliación de un aprendizaje de la primera infancia de calidad es un medio importante para hacer realidad el derecho a la educación dentro de una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida. 

En Entre Ríos se le ha dado impulso a los Centros de Desarrollo Infantil (CDI), implementando el Registro Único de Centros de Desarrollo infantil, con el fin de unificar y generar datos para diagnóstico y diseño de políticas públicas.

Este Registro se realiza en el marco de las acciones conjuntas entre el Gobierno de Entre Ríos y UNICEF Argentina, a través de la estrategia provincial de primera infancia, coordinada por la Mesa Interministerial de Primera Infancia. Si bien puede significar aumentar la carga administrativa para los centros, es fundamental para el diseño de políticas orientadas a atender las necesidades socioeducativas de la primera infancia. El mundo de hoy, en su ámbito de complejidad, exige la coordinación permanente de instituciones para que el desarrollo de la niñez esté acorde a los tiempos actuales y las necesidades ciudadanas.

El especialista en Inclusión Social de UNICEF Argentina, Sebastián Waisgrais, afirmó: “Poder contar con esta información, este mapa completo y actualizado, tiene que ver con que la provincia, UNICEF y otros actores puedan trabajar con políticas públicas para visibilizar donde hay demandas insatisfechas y hacia dónde se deben redirigir los recursos, y pensar en la construcción de nuevos espacios. Además, obtenerla es relevante y estamos convencidos de que por ahí pasa el cambio. Desde UNICEF queremos seguir modificando una realidad compleja de la cual debemos afrontar y dar respuestas basadas en datos robustos que sean motores de cambios relevantes”.

El Rucedier es una plataforma virtual que reconoce la territorialidad de la atención en la primera infancia, los recursos humanos, materiales y de infraestructura disponibles en cada Centro de Desarrollo Infantil (CDI) de una localidad; contribuye a integrar información; facilita procesos de trabajo y permite contar con información actualizada al momento de la toma de decisiones. Está compuesto por diferentes solapas y campos que ordenan la información a partir de indicadores establecidos dentro de la estrategia provincial de primera infancia.

Si bien, esta base de datos, no resuelve el problema, y es necesario que pase de ser un dato duro y burocrático a ser motor de acciones concretas, sin este tipo de intervenciones programáticas no es posible la toma certera de decisiones macro y micro-políticas. 

La primera infancia, en nuestra provincia y en nuestro país, requiere de una atención inmediata y urgente, no solo en los ámbitos de mayor vulnerabilidad, donde el tratamiento tiene que ser multidimensional. Sino en todos los grupos sociales, porque el acceso al bienestar económico, no garantiza la real y necesaria atención, protección y desarrollo de la niñez. Los grupos con mayor nivel adquisitivo, suelen tener tantas deficiencias en la atención y protección,  como los de la base de la escala socioeconómica. 

La atención y educación de la primera infancia, es un requisito previo para satisfacer el derecho inalienable a aprender y a desarrollarse. En particular, el acceso a la educación preescolar es la base para adquirir aprendizajes fundamentales como la lectoescritura, la aritmética y el aprendizaje socioemocional. Sin embargo, según cálculos recientes, alrededor del 64% de los niños de los países de ingresos bajo y medio no pueden leer y comprender un simple cuento a los 10 años. Las raíces de esta pobreza de aprendizaje comienzan en la AEPI y su falta de capacidad para preparar a los niños para la escuela.

¿Qué es lo que hace que falle  la atención y el aprendizaje de la primera infancia? Fragmentación de las políticas: en nuestro país, por su característica de descentralización financiera y de contenidos curriculares, las políticas públicas aplicadas difieren sustancialmente de una provincia a otra. Falta de prestación pública: debido a la insuficiente capacidad para garantizar la asistencia a instituciones públicas, este es el sector educativo con mayor cobertura privada, lo que produce una gran inequidad, en el desarrollo, entre los que tienen acceso y los que no. Insuficiente regulación del sector: se considera a la primera infancia un tiempo lúdico de socialización, esto hace que poco se preste atención a las verdaderas necesidades, perdiendo un preciado tiempo que suele pagarse muy caro en oportunidades de vida 

Por lo tanto, comprender que la primera infancia no es el futuro, sino que es el presente, es fundamental para ello hay que: ampliar y diversificar el acceso; mejorar la calidad y la pertinencia de los marcos curricular; convertir a los educadores y personal de la AEPI en una fuerza transformadora; establecer sistemas de seguimiento y evaluación del desarrollo integral del niño, de aquí la importancia del Registro Único puesto en marcha en Entre Ríos, en 2022.

 

Fuentes:

https://www.unesco.org/.

https://www.entrerios.gob.ar

 

Lic. Verónica López

Tekoá Cooperativa de Trabajo para la Educación.

Entradas relacionadas