‘Somos los únicos que no podemos volver a nuestras tareas y eso desespera’

“Había que esperar a que el sistema sanitario arme una estructura suficiente porque había un disparos de casos en el país, eso ya pasó. En segundo lugar era aplanar la curva, eso ya pasó. Nosotros siempre como soldaditos. En ningún momento fuimos en contra de la salud de la comunidad ni de los lineamientos directivos del gobierno”, recalcó Penco.

De hecho, hace 60 días que entregaron los protocolos con las diferentes medidas de prevención debidamente detalladas como desinfección, aireamiento, cantidad de alumnos máxima, duración de clases. “Es muy estricto pero estamos totalmente dispuestos a llevarlo a cabo si es la manera de poder volver a trabajar”, dijo.

No obstante, ahora sienten que la reapertura de la actividad que ejercen está supeditada a la existencia o no de casos en la provincia. De hecho, se esperaba que esta semana se habiliten pero la sucesión de casos en los departamentos Colon, Federación e Islas postergó todo.  Incluso, el gobernador Gustavo Bordet hizo mención al tema durante una conferencia de prensa realizada en conjunto con el ministro de Salud, Ginés González García ayer en Paraná. «También hemos tomado otras medidas, como restringir las habilitaciones que teníamos previstas, entendiendo que la actividad económica tiene que seguir su curso, pero preservando siempre todo lo que significa la salud de la población que en este momento y siempre, en toda gestión, es lo más importante a resguardar y a tener en cuenta», señaló el mandatario.

“Esta semana se esperaba que exista una buena noticia que era una posible reapertura pero aparentemente con este incremento de casos eso quedó postergado y queremos saber porque nosotros tenemos que seguir esperando. Sentimos ya como una discriminación: somos los únicos que no podemos volver a nuestras tareas comerciales y esto desespera y desespera mucho”, alegó Penco.

Penco remarcó que no solo está en juego la actividad física de quienes no pueden ir a nadar o a ejercitarse sino la subsistencia de las familias que dependen de los ingresos que se generan en gimnasios y piletas. “Estamos en una situación realmente complicada: somos todos monotributistas y los que no facturamos, no cobramos. Hace 100 días que no facturamos”, dijo.

Además denuncio que no fueron exceptuados de pagar ninguna impuesto provincial o tas municipal a pesar de que no facturan desde hace casi tres meses. Además recordó que en setiembre deberán comenzar a pagar los meses de alquiler que no abonaron en todos estos meses. O sea que deberá hacer frente a una deuda cuantiosa.

Aunque no hay un censo, el profesor de educación física estimó que en la ciudad existen entre 80 y 90 gimnasios. “Solamente estamos hablando de gimnasios, tenés que considerar que también están las academias de danza, de artes marciales, escuelas de futbol”, dijo. “Son un montón de chicos, un montón de profes y todos ellos con chicos”, indicó.

Según Penco, la mayoría de las provincias habilitaron los gimnasios, de manera parcial o total siempre con protocolo. De hecho, mencionó que sólo en Buenos Aires, Formosa, Córdoba y Entre Ríos  siguen cerrados.

Más adelante, Penco mencionó que de no habilitarlos, deberían dialogar para obtener una ayuda. “Sentimos que nos dieron la espalda”, dijo.

Al mismo tiempo, dijo que dar clases al aire libre es inviable para mantener el personal de un gimnasio. Sólo podrían dar clases a un número de personas reducida, sin poder llevar los elementos del gimnasio, dos o tres horas al día y dependiendo de las condiciones climáticas. “Es preferibles como venimos haciendo hace mucho tiempo: dar clases virtuales por Zoom”, dijo.

 

 

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