Los casos de hombres golpeados en la intimidad del hogar, aunque existen, son una verdadera rareza judicial, principalmente por ser menos, pero además por el tabú machista que impide a cualquier hombre reconocer que su mujer le pega.
Estas 1000 causas en solo 8 meses, en promedio 125 por mes, nos marcan una curva ascendente de denuncias, con respecto al año pasado, lo que para el juez de Menores no se traduce en aumento de la violencia, sino en una mayor visibilidad de los hechos que antes no se denunciaban pero existieron siempre. Sumado a ello, a las cuestiones de pudor, temor y tabúes culturales propios de una sociedad esencialmente machista, se suma en beneficio del agresor, un círculo vicioso, o como lo llaman los psicólogos, el ciclo, de la relación violenta: agresión + arrepentimiento = Disculpa: que acaba generalmente con el retiro de la denuncia de la victima si es que la hizo, y al poco tiempo se repite la agresión. Para el psicólogo Mario Sarli, titular del Centro de Fortalecimiento Social de Concordia, donde se trata y asiste a mujeres golpeadas y a los propios agresores “la relación violenta no se puede acabar por la fuerza, ni por la asistencia externa, si la víctima no hacer un clic, y ese clic se trasmite en denuncia”.
EN ENTRE RÍOS
Según cifras del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, en 2010, se registraron 5.699 denuncias por violencia familiar, en toda la Provincia, de las cuales en 90% son casos de violencia de género. La cifra es aún más sorprendente si se toma el parámetro de que se denuncia solo el 10% de los casos, y que la mayoría de las victimas, pasan varios años sufriendo el abuso hasta que se deciden a poner fin a la relación violenta, algunas, llegan demasiado tarde, o nunca hacen ese clic, son las victimas del femenicidio, mujeres que mueren asesinadas en uno de esos violentos ataques de sus parejas.
FEMINICIDIOS
Es el término con que se discriminan los asesinatos de mujeres que mueren victima de la violencia de género, muchas de ellas a manos de novios, parejas, o esposos. En todo el país, sólo en 2010 fueron asesinadas 260 mujeres; y en 2009 la cifra fue de 131 feminicidios (el incremento fue del 11%). En tanto se registraron del 1ª de enero al 31 de junio de este año 151 casos.
Asimismo, se detalla que de los 126 hechos relevados en el primer semestre de 2010, 43 ocurrieron en la provincia de Buenos Aires, 12 en Santa Fe, 11 en Córdoba y 9 en Entre Ríos, siendo nuestra provincia la cuarta en el ranking nacional de feminicidios.
Este año se registraron solo en Entre Ríos 5 homicidios de mujeres victimas de la violencia machista, aunque los datos no son totalmente fidedignos, porque muchos casos no son computados como feminicidios aunque lo son, por diversas razones, que van desde el machismo cultural de algunos operadores policiales y judiciales, hasta las retorcidas historias de los argumentos defensivos de los imputados, o porque simplemente se los clasifica como homicidios “pasionales”.
EL ABORDAJE TERAPEUTICO
En Concordia, unos 10 casos a la semana se derivan al Centro de Fortalecimiento Social, donde un equipo de psicólogos trabaja tanto con las victimas como con los agresores, en algunos casos haciendo terapia de grupo, pero como el proceso terapéutico es voluntario, algunos simplemente dejan de ir y no lo concluyen.
En dialogo con DIARIOJUNIO el titular de ese centro terapéutico, Lic. Mario Sarli, explicó que “en el centro estamos recibiendo entre 10 y 12 situaciones de violencia por semana, las cuales ponen en marcha el proceso terapéutico, algunas continúan y otras dejan de ir”. En cuanto al tratamiento para la victima, señaló que “en general cuando la víctima continua con le proceso terapéutico comienza una valoración de su yo, su autoestima y con ello se marca un limite con las demás personas y en particular con la persona golpeadora” lo que es fundamental para dar fin a la relación conflictiva.
Y es que el problema fundamental en este tipo de relaciones, es que no es tan fácil como cruzarse de vereda, la mayoría de las veces la victima siente que se merece el castigo de la agresión, o incluso termina sintiéndose culpable de haber acudido a la justicia, luego de que su pareja le pide disculpas.
Según el psicólogo “Esto forma parte del circuito ascendente que tiene el proceso patológico de la violencia; hay un hecho de violencia, luego hay un arrepentimiento, se inicia un estado de reconciliación, de enamoramiento, hasta que vuelve a aparecer la violencia, y ese periodo con el tiempo ser va haciendo cada vez mas corto”
“En general –explica Sarli- la mujer golpeada cuando llega al tratamiento que es cuando hace la denuncia, y llega en general con un periodo largo de tiempo de violencia”
En muchos casos, la víctima cree que es imposible salir de la situación de violencia, y por tal motivo permanece en ella, en una condición de impotencia dada
Pero para Sarli “La mujer para llegar a establecer el limite, ha pasado antes por muchos procesos de sometimiento, psicológico y físico, hasta que en algún momento dice basta, y a partir de que dice basta, se pone en marcha el dispositivo jurídico para protegerla, ampararla, se expulsa al marido si es necesario y se le aconseja que inicie el tratamiento psicológico”
Cuando la denuncia la hace un tercero, la cosa no está tan fácil, pues todo el dispositivo antes mencionado, requiere indefectiblemente el reconocimiento de la victima, como bisagra, como punto de inflexión: “En estos casos –señaló el psicólogo- se pone en marcha un equipo de asistencia social, que intenta corroborar los hechos, pero es pertinente que la mujer golpeada sea la portadora de la denuncia y que sea la que encause el limite jurídico, entonces si no ha hecho la denuncia, lo que se debe hacer es ayudarla a la toma de conciencia, porque tiene que hacer la denuncia; si no la hace, no se la puede ayudar”
Pero ¿Cómo se logra que una victima de violencia doméstica haga ese clic? Como ya se mencionara anteriormente, por lo general el agresor no se limita a golpear, sino que utiliza un paquete de elementos psicológicos para someter a su pareja:
“la mujer golpeada –explica Sarli- se siente sola, sin protección en el mundo, y el castigo es par ella inevitable, vive tratando de evitarlo y cuando llega solo puede entregarse al sometimiento, porque el miedo produce una gran inhibición de las acciones, de los pensamientos reflexivos”
A esto se suma que “el discurso del agresor es que la mujer no es nada, su condición de poder es mínima, y la mujer se lo cree, y esto es mentira, la mujer tiene un poder, hay leyes, hay un paquete de normas jurídicas que la protegen, pero para ello es indispensable la denuncia, la denuncia es la bisagra, y la mujer tiene que llegar a este punto para decir basta”
Como es sabido la violencia de género no hace distinciones de clase, pero es un hecho que en las clases económicamente altas y en las clases medias, si bien existe, está invisibilizada.
Esto se debe a varios factores pero en particular a tres, en primer lugar “el qué dirán”, además del hecho de que las relaciones de poder en las clases pudientes son mucho mas onerosas, y muy posiblemente el agresor tenga ciertas influencias que la victima conozca, y eso la aparta aún mas de la acción defensiva, y como tercer factor principal está el sometimiento económico o incluso el status social cómo moneda de extorsión.
Según explica el profesional: “La violencia de género tiene tanta presencia en la clase marginal, como en la clase media y en las clases altas; solo que en esa relación de poder juega mucho lo económico, además hay una relación de poder, un sometimiento psicológico, en el que la mujer queda reducida, y muchas veces no hay denuncia, y esto no sale a la luz, pero existe”
ESTADISTICAS
* Dirección Nacional de Política Criminal dependiente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación: en 2007 se reportaron 10.557 delitos contra la integridad sexual, de los cuales 3276 habían sido violaciones.
* Según el mismo informe, del total de delitos contra la integridad sexual sólo 1347 resultaron en sentencias condenatorias (12,7%).
* En el año 2008, en todo el país ingresó una denuncia por violación cada 150 minutos.
* Según estos datos, además, en la mitad de los casos, las víctimas fueron menores de edad.
* Se calcula, además, que se denuncia apenas el 10% de los hechos acaecidos
* Consejo Nacional de las Mujeres, que releva la información producida por servicios integrantes de la red de usuarios del instrumento de registros de casos de violencia familiar contra la mujer destaca que de los 3171 casos informados hasta la actualidad, un 77,5% corresponde a violencia física, 90,5% a violencia psicológica, 58% a violencia económica y el 37% a violencia sexual. En todos los casos, el mayor porcentaje de victimarios corresponde al concubino o cónyuge, seguido de ex parejas. Ambas categorías constituyen entre el 80 y 90% de los casos. En lo que respecta al nivel educativo de las víctimas de violencia, éstas se distribuyen entre todos los niveles
* Período del 1 de enero al 31 de diciembre de 2009, se registraron 231 feminicidios de mujeres y niñas, lo que significó un incremento del 11% de asesinatos por violencia de género, respecto al 2008.
* 260 FEMICIDIOS EN ARGENTINA 1º DE ENERO AL 31 DE DICIEMBRE DE 2010 (creció un 40 por ciento respecto del 2009)
* 151 mujeres y niñas (1º de enero y el 30 de junio de 2011).
Con edades entre 31 y 50 años, 55 mujeres fueron asesinadas y el número de víctimas entre 19 y 30 años fue de 42. 14 adolescentes comprendidas entre 13 y18 años fueron también victimas.