El argumento principal de la patronal es que se abonan horas extras por la extensión unilateral de la jornada. “Este punto es discutible porque en la mayoría de los casos los subordinados jamás perciben el pago por las horas laboradas de más”, indicó Gorostegui.
La cuestión “escapa a los intereses del empleado”, que lo único anhela salir a tiempo de su trabajo para disfrutar de las fiestas de fin de año. Las fiestas, por sus propias características culturales, “convoca y reúne en las mesas a un gran número de familiares que difícilmente sea posible contar con su presencia en otras ocasiones”.
La inquietud es compartida por el Centro de Empleados de Comercio de Concordia que, año tras año, “intenta concientizar a los comerciantes para que no extiendan la jornada”. La referida modificación del horario de salida es aceptada o tolerada por sus empleados con temor reverencial y por miedo a perder sus puestos de trabajo.
Por último, Gorostegui solicitó la intervención de las autoridades de aplicación para que tome medidas y ejerza controles sobre los comercios en procura de defender los derechos de los trabajadores impidiendo que se tornen ilusorios. “Tanto el Ministerio de Trabajo de la Nación como la Dirección Provincial del Trabajo tienen el deber ineludible de velar por la vigencia de los derechos laborales”, indicó.
Y argumentó que es el Estado quién tiene el poder reglamentario y sancionatorio para hacer cumplir las normas. “Sin aquéllos, éstas devienen en letra muerta y los trabajadores son, una vez más, los postergados”, indicó.
