Bordet quiere marcar distancias y ratificar su peronismo, negando su propio origen. Primero, lo hemos dicho antes, si alguien es fruto y obra del “dedo” en el peronismo, ese es Bordet. Ahora despotrica contra una metodología que acepto sin chistar, y que nosotros señalamos oportunamente como perjudicial, cuando no nos dejaron pegar a todos en las PASO de 2015. Pero cuando la decisión de Urribarri lo bendijo como candidato, no dijo ni mu.
Después, como tiene que hacer cada mañana, afirma que es peronista. Nadie tiene que aclarar lo que es sabido. Si lo aclara a cada rato, es porque muchos están dudando de su pertenencia política. Ahí está el problema. La única distancia que no marca es con Macri y con Frigerio, porque esa distancia no existe. Están pegados.
Dice sentirse molesto porque lo señalamos como delegado de Macri, reclamando alineamiento a sus posiciones políticas. Se equivoca. El enojo de la dirigencia y aun mas de la militancia con este Gobernador no responde a una conspiración en ciernes, ni a nada parecido, sino que es la consecuencia inevitable de su desatención para con el peronismo, su falta de compromiso, de presencia, de interlocución, de contacto y afectuosidad mínima para con quienes lo consagraron Gobernador en 2015.
Le habrán hecho creer que es un líder y que todos deberíamos profesarle una especie de subordinación o disciplinamiento, cuando en verdad la lealtad bien entendida esta reservada a quienes conducen, a quienes son reconocidos como los mejores del conjunto y señalan un rumbo estratégico. Que no es su caso.
Bordet agita una pretensiosa exigencia acerca de responsabilidades por las derrotas, de las que parece creerse ajeno. Usted, que habla de derrotas, es el padre de la última y más estrepitosa. 150.000 votos por debajo en las legislativas de Octubre pasado en Entre Ríos, con menos votos en la general que en las PASO, montados sobre su “buena imagen”, con su cara en los afiches y en la TV. Bordet lo hizo.
Antes, en 2015, aquí ganamos. Ganamos pese al marco nacional adverso. Y Ud. debería tener un mínimo de humildad para reconocerlo, esa victoria tiene el sello de 12 años de transformaciones con Néstor y Cristina (etapa de la que Ud. tanto reprocha), y la marca indeleble de la conducción política del ex Gobernador Sergio Urribarri. Su participación allí, espasmódica y diminuta, se limitó a aceptar la nominación sin observaciones oportunas acerca de la metodología que hoy señala.
Por eso tampoco sorprende que hable hoy de como “encontró la Provincia”. Porque Usted la “encontró” sin “buscarla”. Ningún cuadro político serio, que venga de estar treinta años en el Estado, siendo concejal, Ministro, Intendente de una ciudad importante como Concordia, puede desconocer la situación económico-financiera de la provincia que pretende conducir. Sus declaraciones en si misma son una confesión dramática, que reconozco me avergüenza como peronista. Aun en dificultades financieras, y en medio de restricciones económicas propias de un modelo nacional que Ud. no contradice, es falso que un gobierno no pueda funcionar. Hay infinidad de decisiones y medidas, de acciones estatales que pueden encararse, orientando recursos disponibles que no son pocos. Pero eso requiere una mirada del Estado, propósitos, objetivos claros y un equipo bien dispuesto. Esto no existe en su gobierno y a un año y nueve meses de su finalización ya nadie espera que aparezca.
Vale agregar, por otro lado, que nadie le pide que Ud. enfrente al gobierno nacional de Mauricio Macri. Pero cuando este viene y le canta el “que los cumplas feliz” en público es como demasiado. Remite a Marylin Monroe cantándole a Keneddy en el Madison… todo el mundo creyó que ahí había algo. La pregunta es a cuenta de qué? Obras nuevas? Recursos para los entrerrianos? Parece que no. Que decir de sus instrucciones a los legisladores nacionales para que acompañen las leyes antipopulares de Macri. Crece su fama de ineficaz. Una fama que se arrastra y se agrega a su dificultad para organizar y construir políticamente. El entusiasmo se fue a vivir a otro lado desde que arrancó su mandato y lejos estamos de vernos en medio de una arrolladora gestión, cuando tiene Ud. las manos totalmente libres, las dos Cámaras de la Legislatura votándole todas las leyes y el conjunto de la dirigencia a su disposición. Pero la siesta no para y el aislamiento crece, cuando se elige reducir el gobierno a una intimidad que hasta los propios reconocen cuando hablan de “mínimo común denominador”. Así están las cosas.
No se enoje por lo que los compañeros ven en Usted. Lo vemos alineado con Macri. Se lo venimos diciendo desde 2016 y eso es cada día más notorio. Y más reprobado por el conjunto del peronismo. Hoy el peronismo requiere unidad para derrotar un modelo de endeudamiento, exclusión y pobreza. Y Usted no representa esa unidad. Pagará el costo de haber asumido el camino de la convivencia con quienes joden al pueblo y eso lo excluye de ser parte del futuro. Aclaren las reglas de juego para que el peronismo decida cómo afrontar lo que viene. Hay dirigentes con aspiraciones, preparados, capaces, y con vocación de expresar algo superador, que están dispuestos a competir, incluso con Usted si lo desea, para hacer un buen gobierno en nuestra querida Entre Ríos.