Hay que recordar que la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo y su aplicación desde 2006 “marcaron un punto de inflexión en las políticas de inversión educativa y en la desresponsabilización del Estado nacional en esa materia, que fue la marca de agua que el modelo neoliberal impuso en la Argentina desde la dictadura militar de 1976 a 1983”, según dijo en 2010 a Página 12 la fallecida secretaria general de Ctera, Stella Maris Maldonado.
“La lucha de Ctera en la Carpa Blanca obtuvo la instalación en la agenda pública del tema inversión en educación y la sanción de la ley del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), que vino a paliar situaciones extremas como el atraso salarial y el pago en bonos y, sobre todo, abrió una grieta para avanzar en el reposicionamiento del Estado nacional en el financiamiento educativo”, mencionó Maldonado hace siete años.
Hoy se vive una instancia totalmente contraria a ese espíritu. La postura del Gobierno nacional es terminante en cuanto a que no intervendrá en la paritaria docente y que cada provincia negociará los salarios con sus maestros.
Gómez sostuvo que en la manifestación que se realizó la semana pasada convocada por Ctera en Capital Federal frente al ministerio de Trabajo se esbozó claramente que si el ministro de Educación, Esteban Bullrich, tiene otra propuesta “que la lleve al Congreso y la discuta frente a los representantes del pueblo que son los senadores y diputados”.
Respecto del aumento salarial del 18 % ofrecido por la gobernadora María Eugenia Vidal a los docentes bonaerenses en cuatro cuotas, Gómez dijo que se trata de un formato de propuesta que está lejos de ser lo que están buscando. “Tanto los distintos sindicatos como la Ctera tenemos en cuenta lo que fue, primero en el 2016, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores en general dado que el aumento salarial no se condice con lo que fue el proceso inflacionario y por eso el 2016 terminó con un conflicto abierto”, dijo.
En ese sentido, recordó que el compromiso firmado a principios del 2016 incluía un nuevo llamado a paritarias si la inflación superaba lo otorgado, cuestión que sucedió no así el llamado a los docentes generando de por sí malestar. En consecuencia se otorgó un incremento de entre el 36 y 37 % cuando las distintas consultoras dieron cuenta de una inflación que rondó entre el 42 y 45 %. “No nos vamos a olvidar de esa pérdida del poder adquisitivo en el primer año del macrismo”, dijo.
Este año, dijo Gómez que vienen por el salario docente para luego fijar políticas de Estado que significan “menor consumo” al interior del país. Todo ello redunda en cierres de comercio y mayores índices de pobreza. “Esto producto de una recesión que no pueden ocultar. Hay una ola de despidos que sigue avanzando que significa mayor índice de marginalidad”, señaló.
En Entre Ríos, aún no recibieron una convocatoria de parte del Ejecutivo. Además hay un congreso del año pasado que ya decidió que no habrá inicio de clases si no se cumple con el requisito de mejorar los salarios.