El día en que empezó a regir el decreto Nº 2.675/14 mediante el cual el Gobierno provincial dio facultades a la Policía para realizar operativos de control en toda la provincia, con el fin de prevenir el delito.
El galeno expuso una serie de gráficos que dan cuenta de la evolución de las muertes por accidentes de motos, desde 2009 a la fecha.
Hay datos de fácil lectura y que son clave a la hora de interpretar la realidad actual: el uso de casco antes del 12 de septiembre era de un 10% y luego de ese día ascendió a un 80%.
Cabe recordar que el 90% de las muertes en accidentes de motos se deben al hecho de no usar el casco.
De todas maneras, la tendencia no se marca en dos semanas. “Necesitamos tres meses, porque se necesitan el 30% de las muestras para establecer tendencia”, explicó Grieve.
Actualmente por las calles de la ciudad está circulando un 30% o un 35% de motos, lo cual ya disminuye el número de accidentes, pero dentro de este porcentaje se observa que las medidas de uso de casco aumentaron rápidamente. “Llegamos al 80%. Inmediatamente impacta. Sería maravilloso que se sostenga en el tiempo. No significa esto que no vayamos a tener accidentes graves. Pero respetando las medidas se disminuye un 80% la posibilidad de accidentes y con el uso de casco, disminuye un 90 % la muerte”, reiteró.
Rigor. En cinco años –en el período comprendido entre 2009 y el 11 de septiembre de 2014– hubo 160 muertos y 190 lesionados. Los lesionados tuvieron que hacer rehabilitación y quedaron con lesiones parciales o severas.
Hasta antes de la rigurosa aplicación de la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, con todo lo que le se podía aportar al paciente víctima de un accidente se bajaba la mortalidad de 32% al 15%, pero se aspira a evitar el accidente, más que a paliar sus efectos.
“Esto demuestra que somos hijos del rigor y que el control no puede dejarse de hacer”, opinó Grieve.
La base de todo esto es que las medidas (el uso de casco) van acompañadas de control de alcoholemia, de velocidad, que no vayan embarazadas, que no vayan chicos. “El casco disminuye muertes, pero el resto de las medidas disminuye accidentes. Todos los chicos que se nos murieron se nos murieron por lesión cerebral”, adviertió el jefe de Terapia Intensiva.
“Estamos muy contentos, pero hubiéramos preferido que se hiciera antes”, reconoció el profesional y sostiene que el casco es fundamental para el que anda en moto porque la principal lesión es la craneana. “No significa esto que no tengamos chicos amputados o traumas torácicos graves”, agregó e ilustró acerca de las medidas a tener en cuenta entre las que advirtió: “No se puede tomar nada de alcohol para conducir motos; las velocidades deben ser lentas en las ciudades; respeto absoluto a las medidas que es no pasar en rojo, no girar en U y no deben ir chicos, porque los accidentes en los chicos son doble o triplemente graves porque no tienen fontanelas. Además, no deben ir embarazadas, porque la mamá no se va a morir, pero el chiquito sí. Y que no vayan más de dos”.
Cambio. Con respecto al origen de las medidas, el galeno admitió: “Todo esto se tomó por una medida de seguridad social, por los robos que había y secundariamente tuvo un impacto sobre medidas de seguridad vial. No importa de qué lado venga, pero tenemos que estar convencidos de hacerlo”.
El médico dio cuenta de una realidad alarmante, y es que una sala de 12 a 17 camas estaba ocupada en algunos períodos hasta en un 80% con accidentes de motos.
“Si seguimos esto, le damos vida a los chicos y con prevención. Los controles no son a través de operativos, son medidas concientes las 24 horas. En un trabajo conjunto con los inspectores y la policía”, afirmó.
Las tendencias se han revertido drásticamente, antes la principal causa de ingreso a una guardia era por accidentes en motos, ahora las causas son clínicas y entre la muerte de jóvenes las principales causas son neumonía con asistencia mecánica respiratoria, diabetes descompensada, insuficiencia renal. “Las causas médicas que iban abajo pasaron a ser la principal causa y el accidente pasó a ser la segunda y puede llegar a ser la tercera o cuarta de ingreso a un servicio”, se esperanzó Grieve.
AL MARGEN
Cuidado. Grieve apuntó que los cascos para motos deben ser homologados. Tienen de tres a siete capas. Los que tienen una o dos no protegen. Uno homologado cuesta entre 0 y .500.
Contundente. “Ascendente el uso de caso, descendente el número de accidentes, cero el número de muertes”, afirmó el jefe de Terapia Intensiva del San Martín.