“Nos pareció importante, más allá de no tener ningún tipo de rumor ni factibilidad de instalación, tener un amparo desde el punto de vista normativo para evitar que Gualeguaychú sufriera el avasallamiento de este tipo de emprendimientos del comercio local”, explicó el secretario.
“Este tipo de emprendimientos atenta contra el comercio de las localidades, contra el desarrollo del comercio como sector. Es responsabilidad de las cámaras comerciales y de todos aquellos que defendemos el desarrollo local y las pequeñas y medianas empresas darle mayor protección”, indicó.
Además de la competencia desleal, Gebhardt marcó la procedencia ilegal de los productos y la evasión impositiva. “Es un cúmulo de situaciones dotadas de la mayor cualidades de delitos como las malas condiciones laborales de quienes trabajan para ellos”, dijo en referencia a los talleres de indumentaria clandestinos.
Asimismo, el secretario de la entidad argumentó que se modifica el estándar de vida de las ciudades que tienen ferias. “El consumidor se pone contento o feliz al adquirir productos a menores precios y dejar de ver el equilibrio entre los menores costos y lo que resulta después», explicó.