El juicio para esclarecer la muerte de Valeria Barrientos, dejó como resultado la absolución de culpa y cargo a Carlos Salazar, que era el único imputado por la muerte de su esposa. Las faltas de pruebas contundentes en la causa, constituyeron un fundamento obligado para quienes deben impartir justicia, entendiendo que la liberación era los más justo para Salazar por el beneficio de la duda. Son pocos los que dudan de Salazar como posible autor material del delito, pero la mayoría coincide en la falta de pruebas certeras.
Los familiares de la víctima no pudieron ocultar su desazón luego de conocer el veredicto de las juezas, resaltando que “ahora andará una asesino más suelto en la ciudad, nosotros sabemos muy bien que Carlos Salazar la mató”, manifestaron.