Lubertino presentó este viernes su iniciativa -que desató una gran polémica en las redes sociales- en la puerta de una escuela en el barrio porteño de Flores, pero lo tuvo que hacer en la vereda porque en la institución no le abrieron las puertas.
Más temprano, el ministro Sileoni había considerado que la escuela es «una de las instituciones por excelencia para brindar información veraz y científica, en cumplimiento con lo que indica la Ley de Educación Sexual Integral», pero no para convertirse en un centro de distribución de preservativos.
La iniciativa de la diputada porteña del bloque Encuentro Popular para la Victoria generó una fuerte polémica porque contempla el reparto de preservativos a chicos de 6º grado.
«La forma de prevenir desde las escuelas es brindar información y abrir espacios para el debate de ideas», se diferenció Sileoni, y aseguró que desde el Gobierno nacional «de ninguna manera se contempla la distribución de preservativos».
Y abundó: «La escuela no es el ámbito para ello, por eso articulamos nuestro trabajo con las áreas sociales y de la salud, que deben ser las encargadas de esa tarea».
Sileoni resaltó que desde el Ministerio «producimos y distribuimos materiales, cuadernillos, láminas sobre Educación Sexual Integral, y capacitamos a los docentes para que se trabajen en las aulas».
«Creemos que el tema tiene que estar presente en las 45 mil escuelas argentinas, porque estamos convencidos de su importancia para nuestros alumnos y porque así lo determina la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral que fue sancionada por el Congreso de la Nación, y no es materia opinable, debe cumplirse».
Reconoció que «la escuela sola no puede» y dijo que por ello se edita «una Revista de Educación Sexual Integral para Familias, con una tirada de 6 millones de ejemplares, con el fin de llegar a los hogares de todos nuestros alumnos, sin competir con la familia, a la que consideramos la primera formadora en este tema».
«Hay dos principios centrales que guían estos materiales: uno responde a la convicción de que la escuela no compite con la familia. Sabemos que existe una alta proporción de jóvenes que no hablan de estos temas con sus padres, aún hoy, en el siglo XXI, así que debemos trabajar juntos», explicó.
Y añadió: «El otro principio que sostiene estas acciones es la concepción de la prevención como un derecho».
El proyecto de Lubertino impulsa que los chicos, a partir de sexto grado, tengan acceso a preservativos en forma gratuita en las escuelas públicas y privadas.
«Si bien la Ley 418, de Salud Sexual y Procreación Responsable, estableció la gratuidad en la entrega de profilácticos, la distribución se encuentra en centros de salud y hospitales, y en general los adolescentes no se acercan a esos lugares», aseguró Lubertino al argumentar su proyecto.