María Rosa Alberros, preceptora de la institución, aseguró que una de las causas por las que no dejaron de lado la suspensión de clases es que no tuvieron tiempo como para que todo el personal docente avalara el acuerdo. “En tres o cuatro horas no podíamos juntar a todos los docentes para analizar el acta. Ellos creen que en cinco minutos ya se firma y solucionado el problema”, expresó.
La preceptora subrayó la importancia de evaluar minuciosamente el acta, consensuada con la Dirección de Arquitectura y la Dirección Departamental del Escuelas, porque “después, si hay algo que no está ahí, y bueno…las palabras se las lleva el viento”.
Las clases fueron suspendidas el martes de la semana pasada debido a un sinnúmero de inconvenientes. El acuerdo ofrece respuestas a cada uno de los puntos planteado por el personal de la escuela: el lavadero de camiones cuyo terraplén elevado se apoya peligrosamente sobre una de las caras del muro exterior; la falta de vidrios, focos y agua en los baños; la escasez de personal y material didáctico; la rotura de los techos, etc.
La ausencia de actividad en la “López Jordán” se extenderá hasta la semana próxima. “Ya sabemos que el viernes no hay clases. El lunes tendremos una asamblea general donde vamos a evaluar que ya se ha hecho de lo prometido y lo que falta hacerse. Ahí veremos si vamos a comenzar o no”, expresó Alberros.
La decisión de prolongar la suspensión de clases fue avalada por un grupo de padres que estuvo presente en la asamblea convocada en la tarde de ayer. “Decidieron no mandar a los chicos a la escuela hasta que no estén garantizadas las condiciones. No es sólo un problema de los docentes, que no quieren trabajar. La comunidad toda nos está apoyando”, añadió.
Arquitectura comenzó a trabajar en el establecimiento, reponiendo vidrios en puertas y ventanas; colocando focos en pasillos y aulas, y reestableciendo el funcionamiento de los baños. “Esa es la parte que más están cumpliendo, vinieron ayer a mirar todo, a observar lo que faltaba”, sostuvo.
El acta plantea que la tierra se retire se aleje 20 metros del muro exterior que linda con el lavadero de camiones. Las refacciones restantes se llevarían a cabo más adelante.
“El lunes podríamos comenzar a trabajar que es lo que todos queremos, pero ojo, en un ambiente digno, en una escuela digna, en condiciones”, sostuvo.