De esta manera, alcanzó su mejor nivel desde el año 2003, cuando a la salida de la crisis desatada a fines de 2001 ese mismo índice rondaba los 0,550 puntos. Entre ese año y el actual, la economía en su conjunto creció el 84% según cálculos del Indec.
En este marco, el 10% de los hogares más ricos del país concentró el 28,4% de los ingresos, mientras que el 10% más pobre explicó apenas el 1,8 % del total.
Cuando se consideran los hogares en su conjunto, la brecha de ingresos se redujo a 15,6 veces para el total de las familias, y a 19,1 veces si se toma la escala de ingreso per cápita familiar, acusando sendas disminuciones de 1,4 y 1,8 veces en 12 meses, respectivamente. Es decir, esos indicadores se encontraban en 17 veces y 20,9 veces.
Al medir el promedio de ingreso por género del trabajador, el Indec dio cuenta de que mientras el del varón se elevó en promedio en un año en 30%, a $ 2600, el promedio de ingresos de la mujer subió 33%, a $ 2000, determinando una brecha respecto del primero del 30%. Sin embargo, dado que el horario medio de labor de los hombres se calculó en 45 horas y el de la franja femenina en 34 horas, surge que esta obtiene una ventaja de 1,7 puntos porcentuales.
Según el Indec, el valor medio fue de $ 2801 por mes para la ocupación principal, con un mínimo de $ 374 y un máximo de $ 7714 como promedio, aunque en términos nominales oscilaron entre $ 3 y $ 60 mil, informó el Indec. Para esa franja de la estadística, el aumento medio de los ingresos en un año fue de 31,7% en el extremo más bajo y de 23,4% en el más alto, en tanto el promedio para los 10,47 millones de trabajadores jefes de hogar el incremento fue de 29%.
En el caso del ingreso por habitante familiar, el Indec estimó que la brecha entre el primer y décimo décil fue de 16,6 veces, con una caída de 5,2 puntos porcentuales respecto de la relación de la primera mitad de 2010, progreso que es consecuencia de considerar subas de 43,7% en la franja menor a $ 250; y de 9,2% en la más alta a $ 4150.