Si no se la ve, mejor

Ustedes dirán que esto es una tontería y puede ser. Y… la opinión de cada uno es sumamente respetable. Y usted puede dejar de leer ahora mismo esta nota.

Lo que es innegable, es la proyección que tienen los medios de comunicación sobre las construcciones ideológicas qué tiene lugar en los lectores u oyentes.

Lo que es perceptible es que la mujer no es noticia por su proyección en la función pública y en la vida política. Está INVISIBILIZADA.

Si bien el gabinete de la provincia tiene mayor número de mujeres en cargos ejecutivos, suelen ser inferior el número de las noticias referidas a las carteras o secretarías o ministerios que presiden.

Las mujeres son noticia cuando las asesinan, o a Dolores Etchevehere la violentan en lo económico.

Las mujeres también somos el objeto de burla por qué a Laura siempre se le ve la tanga. Y Ya que nos adentramos en el rubro musical, sin por esto caer en la censura y coartar la libertad de expresión, creo que ya es hora Que nos hagan ruido algunas letras tan naturalmente cantadas en otras épocas: los tangos machistas, cantantes como el desaparecido cacho castaña y su éxito “si te agarro con otro te mato”, las cumbias con ese contenido repulsivo.

Los medios de comunicación y la música son instrumentos qué transmiten conceptos, alimentan estereotipos, esos mismos que van a anidar en nuestras mentes y nos van a marcar nuestra forma de vida.

Las mujeres debemos dejar de ser noticia porque nos matan o nos violentan psicológica y económicamente.

Tenemos que empezar a ser noticia por lo que hacemos en la vida: en el comedor barrial, en la feria, en los laboratorios de investigación, en los consultorios, en las universidades, en las escuelas, en el campo, en nuestros trabajos en la función pública, en las organizaciones no gubernamentales, etcétera. No por esto hay que dejar de publicar los femicidios Y otras formas de violencia. Jamás… porque es un delito.

A los señores de la prensa les digo: “Probemos… no cuesta nada. Giremos nuestra mirada a esas mujeres que dirigen laboratorios, organizaciones, son titulares de ministerios, secretarías y distintos lugares de representación.

Y qué tanto su rostro como su obra sean de dominio público. No somos invisibles.

Porque lo invisible, lo que no está, no existe. Y lo que no existe es prescindible.

Tal vez, mostrándonos a las mujeres en un rol activo por la vida, puede ser que dejen de matarnos.

 

(*) Licenciada en Fonoaudiología MP 290. Diplomada en pericias judiciales. Integrante de Red Fono Federal. Militante del Frente de Todos.

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