“Si la comparamos con Corrientes desparecería por tres veces la producción en esta provincia. Estaríamos hablando de 18 millones de plantas muertas”, agregó el funcionario.
Cortese afirmó que en cuanto a toneladas “estaríamos hablando de reducciones en la producción de cerca del 50 %, lo que sería equivalente a que se dejaran de producir la totalidad de manzanas y peras, en el país, o como si se perdiera toda la producción de duraznos, ciruelas y cerezas, por cuatro veces. Por lo que el impacto sobre las economías regionales del HLB seria altísimo”.
Por estos motivos, y por la presencia en países vecinos que amenaza a nuestra citricultura, desde el Programa Nacional de Prevención del HLB se impulsan acciones de concientización y divulgación para evitar el establecimiento de esta enfermedad en nuestro país.
Cortese también se refirió a la importancia de la citricultura en la Argentina y destacó que “los cítricos representan el 60% de todas las frutas del país, y que el valor de las exportaciones es 552 millones de dólares”. Y agregó: “Por este motivo hay que cuidar a la citricultura de esta enfermedad que es la más severa y destructiva, y no tiene cura”.
En la Argentina existen dos regiones bien diferenciadas geográficamente en cuanto a especies que son las del NOA con el 65 % de la producción citrícola (limón, naranjas y mandarinas) y el NEA con el 32 % (cítricos dulces, naranjas y mandarinas).
Durante 2015 se plantaron más de 132 mil hectáreas de cítricos, de los cuales 50.516 pertenecen a limón, 43.172 a naranja, 32.270 a mandarina, y 5.253 a pomelo.