En declaraciones al sitio R2820, Ferrari sostuvo que “creer que siempre debe poner el dinero el mismo sector, sin medidas diferenciadas, suponiendo que el aumento del dólar alcanza, cuando tenemos todos los insumos para producir en dólares y venimos de una seca sin precedentes, tratando de recuperarnos en la producción del trigo y otros cultivos, es injusto y para los productores insostenible”, aseguró el dirigente gremial.
Las retenciones para los productores son impagables, considerando que el campo tuvo un 70 por ciento de la cosecha perdida y siendo el único sector que genera dólares genuinos sin pedirle plata al estado, con una población de menos de 1 habitante de kilómetro cuadrado: ¿Es justo que los productores tengan que volver a poner lo que no ponen otros sectores? ¿Quién paga nuestras pérdidas? Nadie más que los productores con su trabajo. Si el Gobierno pone retenciones, los productores volveremos a las rutas”, dijo quien fuera uno de los protagonistas del reclamo hace una década cuando la administración de Cristina Kirchner y las entidades del campo desataron una guerra sin precedentes.
“A eso hay que sumarle que como sector no tenemos ningún tipo de representación en el gobierno, pese a que hay gente que dice lo contrario. Monsanto tiene copados los puertos enviándoles cartas documentos a los productores por el supuesto uso de sus semillas, incluso a los que no tienen ningún tipo de contrato con la empresa y que usan semillas propias. No hay ley de semillas que proteja a los productores, no hay inversión en estructura rural como caminos o tendido eléctrico, producimos con un combustible a precio internacional que sube todo el tiempo, si sumamos retenciones a ese contexto, la situación para el productor es insostenible”.