Las buenas condiciones climáticas que se dieron al final del año pasado incidieron en el mayor rendimiento por hectárea, logrando que el cultivo de maíz llegue a los 22,5 millones de toneladas, lo que significaría un incremento del 53% respecto de la campaña anterior y se igualaría el récord de la campaña 2006/2007, según destacó el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La mayor cosecha también había sido anticipada días atrás por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). De esta forma, el saldo exportable se incrementará de 12 M a 13 millones de toneladas.
En el informe de la Bolsa se sostiene que los 85,4 quintales por hectárea que se logran hasta el momento permiten hablar de un “récord histórico” debido a la “mayor superficie destinada a la cosecha de grano y a la elevada productividad media”.
La zona núcleo norte fue la de mayor rendimiento en el orden nacional, llegando a los 114 quintales, y allí se levantaron hasta el momento 4.039.020 de toneladas. En la anterior campaña se habían pronosticado 75 quintales por hectárea, lo que habla de una mejora del 14 por ciento.
También se vio un aumento en las hectáreas cultivadas. En el ciclo 2008/2009 se estimaba un área sembrada de 2,46 millones de hectáreas mientras que la actual fue de 2,625 millones, marcando una mejora del 6,7 por ciento.
Según la Bolsa, hasta el momento restan recolectar unas 290.000 hectáreas mayoritariamente ubicadas en el norte agrícola nacional, lo que hace que a la fecha ya se haya “trillado el 89% del área útil, acumulando en chacra 20,3 millones de toneladas”.
Sin embargo, precipitaciones registradas desde el pasado fin de semana impiden finalizar la recolección de los pocos lotes de segunda en el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires, por la lenta disminución de la humedad del grano.
Agregado de valor. La importancia en el mayor aumento de la cosecha de maíz permitirá que la cadena de agroalimentos crezca también en productividad, valor agregado y sustentabilidad. Precisamente el cereal aporta en los procesos de industrialización primaria transformando el grano en proteína animal –en carne bovina, leche, cerdo, producción avícola– y también se podrá crecer en industrialización secundaria, como frigoríficos, plantas lácteas diversas y chacinados, entre otros.
Un estudio elaborado por la Bolsa de Cereales para la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar),?sobre la base de datos de la campaña 2006/2007 destacó que, en promedio, “por cada $1 vendido que sale de la cadena de maíz, $0,64 es valor agregado”. Así lo afirmó el economista de la Bolsa Ramiro Costa, durante el último encuentro realizado por el sector. Hoy el promedio nacional de valor agregado del agro es de 0,55 pesos. Es decir que el sector maicero está un 16% por arriba de la media del país y muy por encima de las demás actividades económicas.
Más empleo. Por su parte, un trabajo de la Universidad Católica Argentina solicitado por la cadena de maíz arrojó las siguientes conclusiones: tomando como base el 2007 se pudo apreciar que los empleos directos e indirectos de las cadenas propias y derivadas de este cereal fue de 859.531 personas, es decir el 5,8% de la población ocupada total del país.
A partir de este dato, la Bolsa de Cereales estimó que por cada puesto de trabajo que se agregue en cada uno de los actores de la cadena, éste permitiría un aumento de ingresos de la economía de 1,4% en la industria semillera; 4,4% en los agroquímicos; 1,9% en maquinaria agrícola; 4,6% en la fabricación de camionetas; 1,8% en la producción forrajera; 23,3 en el transporte marítimo (por cada tonelada exportada), mientras que el terrestre ascendería a 1,4 por ciento, consigna BAE.
