Sentido común sudaca

En quechua existen diferentes palabras para decir “hasta pronto”. Tinkunakama: hasta volvernos a encontrar; Huk punchaw tuparisun: nos vemos otro día; Rikunakusun: nos volveremos a ver; Kutin tuparisun: nos encontraremos nuevamente y la más dulce de toda Kawsayta hamuy rikurisun: nos vemos en la próxima vida. Pero en quechua no existe ninguna palabra o expresión que diga “adiós” como se usa en la colonizada Sudamérica. Un adiós que significa no te veré nunca más, palabra fría y distante si la hay. El “adiós” como saludo formal, que expresa falta de afecto al cruzar a alguien en la calle. El “adiós” reflejo de corazones rotos y abandonados. El “adiós” que no tiene respuesta más que el silencio

La cultura es una mano invisible que invade nuestra vida cotidiana y se transforma en sentido común. Ahora bien ¿qué es el sentido común? Ni más ni menos que un sentir inventado, que tiene mucha gente,  por lo tanto cada uno y una debe incorporarlo para entrar en el grupo de “mucha gente”. ¿Común a quién o a quiénes? ¿Quiénes son los comunes que en forma de entelequia invisible invaden el pensar y obligan a decir, hacer y sentir?

La cultura atraviesa, penetra desde diversos laterales, algunos más visibles y otros absolutamente invisibles.

El sentido común nos dice que si somos respetuosos debemos decir “adiós” pero no nos dice que podemos amorosamente decir “hasta volvernos a encontrar” Tinkunkama. ¿Por qué? Porque la unidad, el encuentro, la amorosidad, la empatía son peligrosas en una cultura colonizada. Por eso desde la conquista etnocéntrica no solo cambiaron el idioma, la religión, la educación, el sistema político y el de la propiedad de la tierra. También introdujeron otro sentido común.

Ante cualquier atisbo de insurgente sentido de reconstrucción de relaciones, que puedan tomarse como modelo, reaccionan virulentamente. Tal el caso del jugador uruguayo Edinson Cavani que, en una expresión cariñosa, escribió en Instagram “gracias negrito” fue no solo multado con un alta suma en euros, sino también afectado en su trabajo siendo suspendido por varios partidos sin poder acceder a la cancha. Sanción aplicada por la Academia Nacional de Letras inglesa y la Liga de futbol

Escribió “negrito”. ¿Negrito? Si, dijo negrito. Y qué es un negrito para nosotros los sudacas, es el compañero de vida de una mujer enamorada. Es el hijo que ya hombre, sigue siendo el niñito que la madre atesora cuando lo ve llegar. Es el amigo que tiende la mano. Es el compañero de trabajo que ha construido el respeto y afecto de quienes comparten varias horas al día con él.

Habrá quienes dirán que el origen del vocablo “negrito” es de la época de la esclavitud, y no deja de haber razón en ello, pero como todo idioma vivo mutó, cambió y se resignificó. ¿Cuál es el problema? Que mutó sin el permiso de la cultura colonizadora. Que pasó de ser una expresión que marcaba la diferencia entre amo y esclavo a ser un término de empatía, amorosidad, valoración de las bondades del otro, del igual, del que puede tender una mano, ese con quien se puede contar.

Mala imagen para los sudacas que se crean capaz de reunirse en un encuentro de “sentido común” no autorizado, que pueda peligrosamente convertirse en “ideología de la empatía”

No vaya a ser que un ignoto uruguayo (de un país inventado por Inglaterra, para que Brasil y Argentina nunca sean parte de la Patria Grande, con posibilidades de creerse capaces de autodeterminar sus propios sentidos comunes, conjugando la cultura de los pueblos originarios, con las experiencias de las sociedades colonizadas y también esclavizadas) sea capaz de introducir, en la supremacía blanca europea, una expresión que transforme el sentido de un vocablo que deja en claro la diferencia y el poder, en un término común que poco a poco diluya tales diferencias, desde un sentido común sudaca

Tema interesante para desarmar, deconstruir y resignificar desde el análisis lingüístico en todos los ámbitos de la cultura y la educación

 

                                                                                                                                                           

Lic. Verónica López

Tekoá Cooperativa de Trabajo para la Educación

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