El proyecto faculta al Ejecutivo a establecer una reducción de hasta el 20% en el Impuesto Inmobiliario Rural, para las partidas cuya valuación fiscal no supere los 250.000 pesos, siempre que se trate de un pequeño productor agropecuario, que sea única propiedad y vivienda del contribuyente. En caso de poseer más de una propiedad, la suma de las valuaciones fiscales no deberá superar el monto establecido, indica la ley vigente. Esto tiene que ver con la protección de los pequeños productores entrerrianos.
El titular de la comisión de Presupuesto, Santiago Gaitán (PJ – Paraná), afirmó al dar los fundamentos que “el Senado tiene este expediente desde hace un tiempo y se trató de ser cuidadosos en su tratamiento” en alusión esto al conflicto que se da con el sector agropecuario.
Consideró que la modificación es “justa” porque le permitirá al Estado recaudar en base a valuación real de los inmuebles. Consideró que los propios productores conocen de este proyecto y saben íntimamente que se trata de “un acto que va a transparentar el verdadero valor de las parcelas situadas en las diferentes zonas agro ecológicas”.
Gaitán rechazó en forma absoluta que “esto se trate de un impuestazo, como ligeramente se ha dicho”. “Es poner en realidad la situación fiscal de las parcelas”, acotó.
Cabe mencionar por esto que el Impuesto Inmobiliario Rural se asienta en las valuaciones de los predios estipulada en la ley de Revalúo Parcelario Rural, que data de 1992. Aquella vez se incorporaron criterios considerados “modernos” en cuanto a justicia tributaria, ya que sus principales condimentos técnicos se asientan en una zonificación agro ecológica – económica homogénea de todo el territorio provincial
También se diferenciaron en el territorio 37 zonas que en si mismas declaran las aptitudes inherentes a cada parcela del catastro rural. Con esto, la metodología de la valuación de cada parcela queda sujeta a la aplicación de diferentes modelos agro económicos zonales que permiten obtener un valor de renta que capitalizada nos determina los valores básicos de la valuación fiscal por hectárea en cada zona. Ese valor es la valuación fiscal de cada una de las hectáreas de los campos.
El senador Gaitán puso énfasis al recordar que “una parte de lo recaudado por el impuesto inmobiliario rural va a fortalecer los presupuestos de las zonales de vialidad, por lo que permite mejorar los servicios para la gente del campo”.