Al término de la sesión Cresto señaló que son patologías que tienen una nerviosa y psicológica, que genera trastornos alimentarios, que incluso pueden llevar a la muerte. Añadió que el programa se propone porque hoy día es una preocupación de numerosas familias entrerrianas y para los especialistas en salud mental, la medicina clínica y nutricional que se ocupan del tema.
El senador dijo que “hay que ocuparse porque la patología tiene una inusitada prevalencia en los jóvenes de entre 12 a 20 años”. Reveló que 1 de cada 100 adolescentes y jóvenes la sufre, é inclusive en una franja de personas adultas, sobre todo en mujeres de hasta los 50 años; que pueden alcanzar niveles casi “epidémicos”, que afectan a todo el contexto familiar de quien la padece.
La iniciativa que recibió media sanción crea el programa y determina que tiene como objetivo la prevención, control y atención de la anorexia y bulimia en todos sus términos y necesidades y propone como autoridad de aplicación al ministerio de Salud, a través del área de Coordinación de Programas Provinciales, que deberá trabajar junto a ALUBA, asociación que cuenta con una reconocida trayectoria en la temática.
Establece como prioridad la prevención, indicando que para esto se deberán desarrollar actividades de difusión y esclarecimiento. Propone como herramienta para hacerlo las facturas que emite la empresa de energía de Entre Ríos (ENERSA), por citar una forma de informar a la población.
Propone acciones de control, lo que estaría a cargo de los profesionales especializados y capacitados a tal fin; sean de salud mental, de nutrición, de clínica general, de psicología y de aquéllas especialidades que sean requeridas, dependientes del Ministerio de Salud de la Provincia, integrados al cuerpo profesional de ALUBA/Fundación Centro; para el control y seguimiento de los pacientes de todo el territorio provincial.
En lo relacionado a los tratamientos, el proyecto indica que el cuerpo de profesionales podrá ejercer el proceso en las instituciones públicas hospitalarias y centros de salud, dependientes del Estado Provincial, como también de las instalaciones de ALUBA/Fundación Centro, reconocida internacionalmente por los altos índices de recuperación, alcanzando a pacientes que cuenten con obra social, como a aquellos sin beneficios sociales.
Además se proponen procesos de capacitación continua, para conformar y profesionalizar equipos, lo que debería hacerse a través del departamento de Residencias Médicas y Concurrencias del Ministerio de Salud, como así también por convenios de capacitación con las Universidades y organizaciones no gubernamentales.
El proyecto de Cresto apunta a crear un Fondo Voluntario de Integración, con la idea de generar un financiamiento que sostenga en el tiempo el programa. El mismo sería integrado por un aporte, voluntario, de cincuenta centavos (:Texto,50), incluido en la emisión del Impuesto Inmobiliario; por fondos del ministerio de Salud, aportes de programas nacionales, donaciones de particulares y empresas, por citar algunas fuentes posibles.
Coordinación del programa
Se propone una Comisión de Coordinación del Programa, a ser integrada por la Coordinación de Programas Provinciales del Ministerio de Salud y ALUBA/Fundación Centro.
Se le impone a esa coordinación la obligación de rendir anualmente, ante el Tribunal de Cuentas de la Provincia y ante el Ministerio de Economía, el detalle de todos los gastos realizados, sean de difusión, de impresiones, de Internet, de personal tanto para la Coordinación, como para ALUBA/Fundación Centro, de alquileres si es necesario, de insumos, de capacitación profesional, de atención a pacientes sin recursos y todos aquéllos gastos que demanden la ejecución del programa.