Al respecto Matorras explicitó que el estudio realizado a tal fin define que en las nueve unidades penales que existen en esta Provincia -ocho de varones y una de mujeres-, se podrían producir elementos como mosaicos, de herrería, e incluso realizar labores de chapa y pintura, etc., tal como ya existió en otra época, o incluso mejorar la actual producción de panificación y muebles escolares que ya se fabrican, pero de manera poco estructurada en función de la demanda existente.
El legislador destacó que la producción por parte de los internos carcelarios resulta, no sólo una terapia laboral, sino que en algunos casos permite aprender un oficio, obtener un ingreso económico para sus familias y al Estado -a su vez-, tener precios muy competitivos en insumos como fabricación de uniformes, confección de sábanas para hospitales, etc., que permitirían abaratar costos de compras.
Matorras comentó acerca de la posibilidad real de mejorar la capacitación de los internos carcelarios, a través de UADER y otros institutos de formación. Por otra parte, la iniciativa resulta desde el punto de vista financiero, económicamente viable, ya que para funcionar sólo demandaría de un fondo de iniciación, ya que luego el Instituto de Industrias Penitenciarias sería autosustentable.
En palabras del presidente de la Comisión, en el término de los próximos 15 días esta iniciativa será finalmente analizada, y podría contar con el despacho favorable para ser tratada por el Pleno de la Cámara Alta.
La comisión fue presidida por el senador Jorge Ghirardi y contó con la presencia de sus pares, Juan Carlos Brambilla, Víctor Vilhem, Daniel Kramer, Eduardo Taleb, Rubén Matorras, Luis Schaaf, René Bonato, Víctor Vilhem y Natalio Gerdau.