Desmitificar a los economistas convencionales
El contador Luis Lafferriere, director del proyecto de extensión y uno de los docentes del curso, sostuvo que “la realidad que vivimos en la Argentina y en gran parte del mundo actual, está impregnada de los efectos horrorosos generados por la aplicación de un proyecto depredador denominado popularmente neoliberalismo, que fue imponiéndose no sólo por la fuerza de los intereses económicos y el uso de la violencia abierta, sino también con el soporte de una ideología que logró un fuerte consenso social”.
Según Lafferriere, es imperioso desmitificar las teorías económicas difundidas internamente por economistas convencionales, en realidad comunicadores al servicio del poder, que han servido de aval ideológico a las políticas de concentración, saqueo y genocidio, que viene soportando la sociedad argentina desde mediados de los años ’70. Para algunos –señaló el profesional- la economía pareciera ser una ciencia natural y exacta que poco y nada tiene que ver con el ser humano. Para estos economistas convencionales la pobreza es culpa de los pobres; las desigualdades sociales son el resultado natural de la existencia de individuos más capaces y competitivos; el desempleo es causado por la falta de voluntad de trabajar; y la ganancia como fin último es la forma más eficaz de organizar el funcionamiento del sistema.
En cambio nosotros – remarcó Lafferriere- planteamos una visión diferente de la economía. Hablamos en primer lugar de una economía para todos en un doble sentido. Por un lado, un sistema económico que sirva para que mejore la calidad de vida del conjunto de la sociedad, y no para unos pocos privilegiados. Por otro lado, una visión de ese sistema, que sea accesible a la comprensión de todos y no el reducto de unos pocos iluminados”.
“Pero también hablamos de la economía política y de su carácter social. Economía política, porque las actividades que el ser humano realiza en sociedad para producir y distribuir lo que necesita, no puede quedar librado al funcionamiento de las fuerzas del mercado y a las lógicas puras de la competencia y la máxima ganancia; sino que debe haber una firme intervención de la sociedad, una voluntad política, para procurar que el espacio de la economía ayude a garantizar una mejor calidad de vida. El carácter social – sintetizó Lafferriere-está dado porque esta disciplina estudia fundamentalmente relaciones sociales, y no al individuo aislado que suponen los economistas convencionales. Y porque tanto el estudio de la economía como las explicaciones que se deducen, tienen una visión global y sistémica”.
El seminario es para todos
El seminario está dirigido a todos aquéllos que, con mínimos conocimientos de aspectos económicos y sociales de nuestra realidad nacional, estén interesados en profundizar su análisis sobre bases fundadas en los instrumentos teóricos de la economía política; en especial a quienes de alguna manera ocupan posiciones protagónicas en distintas organizaciones sociales, comunicadores y docentes, quienes podrán acceder a un certificado de asistencia y, eventualmente, de aprobación.
