Cusimano adelantó que en la vigilia del próximo jueves, frente a Tribunales, participarán parientes de Adrián Reynoso, el hombre que viajaba en moto con su hija el viernes 25 de marzo a la noche por calle Caputto y Hernandarias, y murió después de ser embestido por un automovilista que huyó.
A la última marcha de los jueves que organiza la asociación de Víctimas de Delitos Aberrantes de Entre Ríos (Vidaer) y que se lleva a cabo en Plaza 1º de Mayo, asistieron familiares de Reynoso, quienes realizaron un vehemente pedido de justicia por la muerte del hombre de 35 años que viajaba en moto junto a su hija de 12 años, que a 8 días del hecho permanece internada en el hospital San Martín.
“Toda la familia está sufriendo por culpa del asesino. Queremos justicia. No puede ser que esté suelto. Queremos que lo metan preso”, dijo a la prensa una tía de la víctima.
El grupo de integrantes de Vidaer que participa habitualmente de la marcha de los jueves se vio notablemente incrementado por familiares y amigos de Reynoso: “No puedo creer que el asesino que mató a mi sobrino esté suelto”, dijo a Canal 11 Rosario del Valle Lusido, tía de Adrián Reynoso, y explicó que marcharon “para que, por favor, hagan justicia”.
La presidenta de la entidad, Carla Cusimano, adelantó que el reclamo por Reynoso se sumará a la vigilia programada por la entidad para el jueves próximo, de 8 a 13 frente a Tribunales de Paraná, en la que el pedido central de justicia será por el caso de Ulises Díaz, un joven muerto por una bala disparada por un policía frente a una sucursal bancaria de Avenida Ramírez –el policía sostiene que el chico intentó asaltarlo a la salida del cajero automático y la familia del muchacho sospecha que fue un caso de gatillo fácil–.
“La familia de Ulises decidió invitar a los parientes y amigos de Reynoso a sumarse a la vigilia, y dijeron que allí estarán” agregó Cusimano.
En diálogo con El Diario, Carla Cusimano aseveró que hubo un incremento de accidentes protagonizados por conductores que se fugan sin auxiliar a las víctimas. “Cada día se hace más común esto de conducirse de manera irresponsable, y huir y abandonar a un ser humano peor que a un animal. Estos vejadores al volante que cada vez se hacen más notorios, se manejan con violencia en todos los órdenes de la vida, y se hace notoria en como manejan” opinó. Y resaltó que ello se enmarca en “una alarmante falta de valores y desprecio por la vida entre quienes conducen en las calles”.
Consultada sobre las acciones de la entidad que preside respecto de este tema, Cusimano mencionó que se ponen “a disposición de todos los familiares. Está en ellos la decisión de sumarse o no a las marchas y demás actividades de Vidaer, y eso tiene que ver con el proceso de duelo de cada familia. La asociación está abierta a todos aquellos que sean familiares de víctimas de delitos viales, o sea, no cualquier accidente, sino aquellos casos donde haya habido una notoria irresponsabilidad de un conductor” deslindó.
Comentó que la ONG está a cargo de la campaña denominada “Estrellas Amarillas”, que consiste en realizar pintadas de estrellas en el lugar del accidente a pedido de los familiares de las víctimas, además de otras actividades de concientización vial en escuelas y otras entidades.
Por otro lado, resaltó que desde hace tiempo insisten con formar parte del Consejo de Seguridad Vial de la provincia. “Lo pedimos formalmente a la Secretaría de Justicia y estamos esperando una respuesta” indicó.
En la Justicia
En marzo hubo dos episodios en Paraná, en los que conductores que chocaron y causaron una muerte, huyeron del lugar sin auxiliar a sus víctimas. En el caso de Adrián Reynoso, el automovilista, Pablo Ibarra, se presentó horas después en Tribunales, cuando ya había sido localizado por la Policía, y en las últimas horas fue indagado por la jueza Marina Barbagelata, aunque se abstuvo de declarar. En el caso anterior, todavía no se ha logrado identificar al motociclista que el 8 de marzo chocó a Juan David Gareis, un peatón que cruzaba Avenida de las Américas y Carolina Muzzilli.
Cuando se le preguntó a la presidenta de Vidaer cuál es el rol de la Justicia en este tipo de casos, no dudó en responder que es “un papel fundamental, sobre todo por la necesidad de dar un mensaje a través de sentencias ejemplares, que yo creo que hasta ahora en Entre Ríos no se ha dado. Vemos casi con estupor que todas estas causas terminan en homicidios culposos, que se pretenden solucionar con una probation, mientras del otro lado queda una vida truncada”.
Cusimano mencionó el caso de Walter Jesús Costich, un joven de la comunidad gitana condenado recientemente a 3 años y 3 meses de prisión efectiva por atropellar y matar a un joven motociclista en 2005, y chocar a otros autos al intentar huir del lugar del primer accidente, en avenida Almafuerte.
“No haber considerado ese caso como un homicidio eventual fue una equivocación, sobre todo teniendo en cuenta las propias declaraciones de Costich, que se manejó con una insensibilidad e irresponsabilidad tal, que ni siquiera nunca tramitó un carné de conducir. Lo dijo delante de nosotros, en el juicio. Manejaba sin carné y sacó un auto que tenían en consignación (su familia vendía autos), porque su padre no le prestaba el suyo, ya que le tenía prohibido manejar” recordó.
De todos modos, rescató como “positivo”, que la condena “de cumplimiento efectivo. Si bien tres años y tres meses nos parece irrisorio frente a la pérdida de una vida humana, al menos el hecho de que efectivamente vaya preso parece un cambio en el mensaje a la sociedad” evaluó la presidenta de Vidaer.
Sin embargo, Cusimano fue aún más allá, y resumió que “se debe apuntar a un urgente cambio de la legislación. Nuestros jueces actúan dentro del marco de la ley. Podemos objetarle la interpretación de los hechos, pero no las sanciones, porque aplican la legislación vigente” finalizó.
