Luego que el titular de VERTER S.A, Edgardo Fernández, amenazara con cerrar las termas para los concordienses, por lo que él considera una injusticia, esto es, que el Estado ayude a las termas de Federación y Chajarí con “aportes de más de 100 millones de pesos y en Concordia no haya ninguna ayuda”, muchas fueron las voces que se levantaron contra la actitud del concesionario. El intendente Gustavo Bordet, admitió recientemente que “hubo mucha irresponsabilidad en la firma del convenio de concesión para la explotación del complejo termal, y era totalmente leonino imposibilitando algún tipo de acción por parte del municipio”. Pero, al mismo tiempo, admitió en el día de hoy en un reportaje radial, que “conversó con el gobernador Sergio Urribarri, para encontrar la vuelta y que las termas vuelvan a Estado municipal”. Esto abre un interrogante: ¿ acaso piensa indemnizar al concesionario? y si así fuera ¿cuánto debería abonar el Estado al concesionario, para que el complejo sea de todos los concordienses?
UN POCO DE HISTORIA DE LAS TERMAS CONCORDIA
Jorge Busti, durante su segunda intendencia y ya como candidato a su segunda gobernación, era un fiel exponente del menemismo privatizador y antiestatista. En ese marco y en consonancia con la época de Domingo Cavallo y el festival de desguace de los bienes del Estado, expresaba categóricamente, a fines del año 1995: “No pienso hipotecar el futuro de los concordienses en financiar el pozo y la construcción del complejo termal. La explotación de la termas estará a cargo de capitales privados”. El intendente de Federación en cambio, por aquel entonces, Carlos Cecco, apostaba a que las termas sean de su ciudad, un bien común para toda la comunidad federaense, de modo que la explotación y el desarrollo de ese negocio fuera pensando colectivamente. Se trataba, dable es decirlo, de una jugada estratégica, la principal industria y fuente de recursos de esa ciudad había sido destruida por el menemismo y Federación caminaba a ser otra más de las tantas ciudades fantasmas del país. Impelido por ese grave estado de cosas, Cecco apostó fuerte y grande a un verdadero polo turístico, invirtiendo los escasos recursos económicos de su municipio con la oposición de casi todo el arco político que, por esos días demonizaban al Estado y aplaudían las privatizaciones y los tapados de pieles de María Julia Alsogaray. A poco más de 10 años de aquellos días, la pregunta sería: ¿Quién hipoteco el futuro, Cecco o Busti?
BUSTI, CRESTO …
A pesar del antiestatismo de época, quien consiguió el dinero (un millón de dólares), para la perforación del pozo termal, fue Busti y de la mano de la aún poderosa YPF (antes de la privatización total). En su esquema, una vez que saliera el agua, vendería esa deuda a capitales privados. Haciendo gala de lo que en ese momento se conocía como ¿riesgo empresario?, con el agua fluyendo, obvio.
Posterior a la foto en la que Busti aparece al lado del entonces director de turismo, Alejandro Bahler y varios personajes más, mojándose con agua caliente en el lugar en el que hoy están emplazadas las termas, viene la firma del convenio de concesión y de explotación del recurso termal. El mismo, fue firmado el 15 de agosto de 1997, “ad referéndum” del Concejo Deliberante, (figura no muy clara jurídicamente) entre el Ejecutivo Municipal a cargo de Juan Carlos Cresto; el secretario de Gobierno y Hacienda, Hugo Abel Ben; el secretario de Obras y Servicios Públicos, Carlos Varela; el secretario de Turismo, Producción y Trabajo, Víctor Ramón Murgan y la secretaria de Salud y Promoción social, Elena Ostrovsky. Por parte de la concesionaria VERTER S.A, lo hizo su presidente Víctor Pietroboni, hermano de uno de los empresarios preferidos de la construcción pública bustista en Entre Ríos y en Concordia, Lemiro.
…Y EL CONVENIO
Haciendo un breve repaso de las diecinueve cláusulas que forman parte del convenio, la municipalidad cede en exclusividad a VERTER S.A, no solo la explotación del recurso termal que “fluye del pozo” ubicado en el predio dado en concesión, sino que también le concede la posibilidad de industrializar el agua, envasarla por ejemplo, algo de lo que aún no se ha hablado en la ciudad pero casi obvio en un mundo necesitado de ese recurso.
Expresa que el tiempo de duración de la concesión y los derechos, uso y goce se establecen en 25 años con opción a favor del concesionario de otros 15 años más. En total 40.
Las inversiones exigidas por convenio están comprendidas por etapas que en su totalidad representa 6 millones de doóares- pesos (año 1997). Aunque “las etapas futuras” estaban vinculadas a una cantidad de entradas vendidas exageradas para el inicio de las actividades del complejo, (350.000 entradas por año).
¿CIENCIA FICCIÓN O REALIDAD?
¿Cuánto debería abonar el Estado Municipal al Concesionario VERTER S.A, para que el complejo termal sea de todos los concordienses?
El artículo 13º del convenio estipula que para el supuesto caso de que la Municipalidad decida rescatar la concesión antes del fenecimiento del plazo pactado (año 2039), “deberá pagar” a VERTER S.A lo siguiente:
PUNTO 1.- La inversión realizada, ajustada al momento del pago.
DIARIOJUNIO consultó al presidente de VERTER, Edgardo Fernández, el valor de las obras realizadas en virtud del cumplimiento del artículo 6to, respondiendo que “el valor de las obras que la empresa se había comprometido hacer era por 6 millones de pesos, incluyendo las denominadas etapas futuras, que iban vinculadas a la cantidad de entradas vendidas, (el convenio dice 350.000 entradas por año). A pesar que nunca hemos vendido esa cantidad de entradas, igual invertimos cerca de los 42 millones de pesos. Realmente supera varias veces lo requerido por la concedente”.
PUNTO 2.- Además, el municipio deberá indemnizar al concesionario una suma de dinero a obtener del siguiente cálculo:
-Cantidad de personas ingresadas al complejo termal durante el término de un año calendario o fracción menor, en su caso, tomando para ello el promedio.
“El 2006, fue el año con mayor cantidad de entradas vendidas, 170.000 tickets cortados”, nos asegura Fernández.
Estas 170.000 entradas a un costo de 20 pesos resulta: 3.400.000 pesos que, según el mismo artículo 13 del convenio, deben ser multiplicadas por los años que restan de concesión, (30 años), esto resultaría 102 millones de pesos. Además, por si fuera poco, estos 102 millones de pesos, el convenio dice que debe multiplicarse por 2,5: surgiría que son 255 millones de pesos, más el monto actualizado de las inversiones realizadas, el municipio debería abonarle a VERTER S.A la friolera de 295 millones.
Las palabras de Bordet “convenio leonino e irresponsable” parecen ajustarse a la realidad.