“La suerte ha sido nuestra aliada, pero no podemos seguir dependiendo del azar, por lo que hacemos una fuerte apuesta en materia de seguridad. Hasta que las garantías no estén dadas, no habrá reintegros a los puestos de trabajo», agregó Gadea, quien se desempeña asimismo como obrero de la planta.
El Ministerio de Trabajo del Uruguay clausuró el pasado jueves las grúas que pertenecen a las empresas contratistas, por incumplimiento de las normas de prevención de riesgos laborales.
El vocero de la empresa finlandesa, Carlos Faroppa, indicó que «reforzando el actual sistema de seguridad, Botnia implementará métodos complementarios de control», en tanto que «en los próximos días presentará lo documentación probatoria y certificados adicionales» que requiere la secretaría de Estado.
Por su parte, la empresa española Ence, que construye en la ciudad uruguaya de Fray Bentos una segunda planta de celulosa, se manifestó partidaria de aguardar una solución a la controversia por parte de Argentina y Uruguay, para retomar luego las obras.
«Habiendo finalizado la primera parte de las obras, nos encontramos en una etapa de valoración en la que aspiramos a que las partes aborden a un consenso, ya que estamos inmersos en un conflicto de marcado tinte político», indicó una alta fuente de Ence.
La misma fuente precisó que para su empresa, «el proyecto en Uruguay es estratégico y no contempla una marcha atrás en el emprendimiento».
