SEDICION POLICIAL: terminaron las declaraciones y el juicio entró en etapa de alegatos

Minutos después de las 16:30 horas, tres de los 18 imputados en la causa por el amontonamiento de diciembre de 2013 en Concordia, declararon ante el Tribunal. Se trata de Alfredo Horacio Imaz, defendido por Oscar Bacigalupe, Juan Manuel Rosas y Carlos Daniel Zaragoza, ambos defendidos por Alejandro Giorgio.

En la exposición de Alfredo Horacio Imaz, y sin la presencia de los imputados en el salón, señaló que ingresó a la fuerza en el año 2005. En el momento de los sucesos, se desempeñaba en Comisaría Segunda de la ciudad. Manifestó que el día 8 ingresó por la mañana a trabajar y que hasta ese entonces cumplían funciones de guardia normales. A las 22 horas se encontraban en un móvil, en un barrio por problemas con personas en el lugar cuando escucharon a través de la radio, una modulación que indicaba la solicitud de apoyo en la Jefatura Departamental por las manifestaciones. Se acercaron a Jefatura junto a dos móviles de Comisaría Primera. Ingresaron en breves momentos para conocer que sucedía. Al respecto Imaz dijo: “En ningún momento participé de las manifestaciones o entregas de petitorios”, dijo Imaz. Respecto la escena que recordó de la Jefatura dijo “había gente afuera confundida y a los gritos”. Minutos después y ya quebrado emocionalmente, volvió a hacer hincapié en que “no participé activamente de las manifestaciones, no estoy de acuerdo con la forma o como se suscitó el inconveniente”. “Esto me ha traído angustia, impotencia, después de dos meses no sé por qué estoy acá, si yo no estaba en el lugar físicamente, me agregaron”, dijo el imputado.  Seguidamente manifestó que “nunca me sentí representado por mis compañeros, por el grupo”.

Luego fue el turno de Juan Manuel Rosas. Este expresó que quería aclarar algunas cuestiones. Entre ellas, que el día 8 estaba cumpliendo servicio en la Tortuga Alegre, a 10 kilómetros de la ciudad de Concordia. Lo llamaron a su teléfono personal donde lo pusieron en conocimiento de lo que sucedía en Jefatura. Se hizo presente en el lugar y detalló sobre la llegada del subjefe de Policía de la provincia, Juan Ramón Rosatelli, “nos reúne en el patio, nos habló, nos aconsejó. En ningún momento escuché que nos dijo que salgamos a trabajar”, dijo Rosas. Posteriormente, llegó el ministro de gobierno Adán Bahl, quien los convocó al salón de actos del edificio. En cuanto a la reunión, Rosas aclaró que “habían familiares que le recriminaban por qué tanta demora. Hubo muchos entredichos, entonces el ministro sonríe, se levanta y se va”. En cuanto a su actitud ante los hechos, Rosas dijo que permaneció tranquilo: “siempre estuve pasivo, escuché mucho lo que decían, nadie se ponía de acuerdo”. En su relato también hizo mención sobre su relación con el gobernador de la provincia, Sergio Urribarri ya que por un tiempo custodió el domicilio del mismo. Urribarri lo apodaba “el caudillo”; y cuando se pensó en concretar un encuentro con algunos de los policías manifestantes él fue escogido por el gobernador para que lo ayudara, según palabras del imputado. En cuanto a su ida al edificio de Cafesg, Rosas dijo “invité a algunas personas para que vayan, entre ellos Gómez Gerardo. Llegamos a la Cafesg, ingreso a la oficina”. Acto seguido, Urribarri le dijo ‘caudillo, ayúdame porque ya no puedo más. Te mandé a llamar porque te vi en la tele”, a lo que Rosas le respondió ‘estoy a su disposición’. Del funcionario Rosas dijo “me siento traicionado por el gobernador. Hoy por hoy, me arruinaron la vida, más a mi familia”, indicó. Además agregó “no es justo que esté imputado, en ningún momento me dijeron que estaba cometiendo un delito. Soy inocente de todos los delitos que se me están imputados”.

Por último, fue el turno Carlos Daniel Zaragoza, quien hizo declaraciones específicas sobre dos puntos. El imputado aclaró que al momento de los hechos, se encontraba de franco-servicio. Se encontraba de espaldas hacia la Jefatura hablando con una persona, que no supo identificar. “Se comenzó a escuchar gritos de mujeres. Al escuchar esto me dirigí corriendo a Jefatura”. Allí es donde siente el fuerte impacto del gas lacrimógeno que habían arrojado dentro del lugar y el que lo segó. Zaragoza sintió empujones y recibió un golpe en su mano derecha lo que lo motivó a efectuar golpes hacia adelante y uno vez que dejo de recibir las agresiones salió del edificio. Luego aclaró que durante el desarrollo del debate, se ha dado cuenta que los golpes que recibió en su mano, y que le provocaron una fractura, fue propiciado por Ocampo.

Al finalizar las declaraciones, el Tribunal indicó que el juicio ya entró en su tramo final y que pasó a la etapa de alegatos. La audiencia continuará mañana jueves a partir de las 8:30 horas. 

El Tribunal de Juicio y Apelaciones está integrado por Jorge Alberto Barbagelata Xavier (presidente del Tribunal), Silvina Isabel Gallo y Darío Gustavo Perroud. Por la mañana la defensa estaba integrada por Oscar Bacigalupe, Juan José Bukténica, Edelmiro Díaz Vélez, Alejandro Giorgio y Gonzalo Cantallops. En representación de la fiscalía se encontraba José Costa.

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