En efecto, José Zaguán, Subjefe de Operaciones, ratificó que cuando empezaron los saqueos “solicité ayuda pero me dijeron que la Jefatura estaba tomada”.
La confesión pese a la contundencia no fue la más fuerte en su relato.
Zaguán, que comandaba el único patrullero que recorría la ciudad, contó una de las experiencias más fuertes que se han escuchado hasta ahora.
Dijo que en el momento en que fueron a disolver el saqueo que tenía lugar en el local de Centro Eléctrico de calle Hipolito Irigoyen, llegó al lugar un pelotón de policías que venían de la jefatura con el dato (falso) que había un policía herido.
Zaguán contó que mientras estaba con Cristian Gandulfo y Fernando Emmanuel Acosta en el único móvil que recorría el casco urbano, llegó ese pelotón de policías y entre ellos, estaba Biderbos que me dice, venite con nosotros a la jefatura, apoya nuestra medida.
Yo le contesto, dijo Zaguan, que a mi me parecía que en una situación como esa no podíamos dejar sola a la gente. Frente a ese argumento, Biderbos me responde, “si nosotros vamos en auxilio de la gente nuestra medida no va a tener ningún efecto”.
Una declaración impresionante que merecía una nota exclusiva pues desnuda en toda su dimensión el carácter de la movida que quieren presentar como una simple protesta por salarios.
En ese mismo momento incluso otro de los policías que andaba con Biderbos le quiso sacar el arma a Acosta, incluso aclaró que forcejearon por el arma.
Vale aclarar que Zaguán además relató que cuando estaban en “Las Palmeritas”, el centro de compras de la zona oeste, pidieron apoyo a jefatura y la respuesta fue “negativo”.
También, contó que en ese lugar, varios dueños de locales comerciales le contaron que antes había pasado un policía que ya les había anticipado que esa noche iban a haber ssaqueos.
Asimismo debe destacarse que Zaguan comandaba el único móvil que recorría el casco de la ciudad. A él lo acompañaban Acosta y Gandulfo que también declararon en el mismo sentido.
Básicamente, estuvieron primero en Las Palmeritas, en el Súper Chino y luego en Centro Eléctrico donde ocurrió este episodio impresionante de aquellas sangrientas y desesperantes horas de zozobra que vivió la población de esta ciudad abandonada a su suerte.
