Collazuol relató “recuerdo que todo comenzó el domingo 8 de diciembre de 2013. Ese día es la fiesta de la Inmaculada Concepción. Estaba en la Parroquia Concepción celebrando la fiesta Patronal. Luego me retiré al Obispado, en ese rato no percibí nada anormal”.
“No tuve conocimiento de lo que estaba pasando hasta la mañana siguiente a primera hora, por las noticias. Aquello que había percibido (bocinazos, atascamiento de autos), se debía a algunos saqueos que se estaban realizando”.
“Poco después, comienzan a llamar los sacerdotes de distintos barrios de la zona norte y oeste, contando acerca de la situación que se estaba viviendo en esos lugares”. Debido a ello, “decido convocar a todos los sacerdotes de la ciudad a una reunión a las 16 hs en la Parroquia Concepción para tratar de compartir que era lo que estaba pasando y que podíamos hacer nosotros”.
“Poco después de mediodía, recibo una llamada telefónica del Padre Zabaleta (creo que estaba en Jefatura), y me dice preocupado por la situación que era conveniente que yo pudiese hablar con el gobernador, le digo no sé a dónde dirigirme, no sabía dónde estaba y él me dijo que iba a tratar de conseguir algo. Minutos después me llama pasando el número de celular al cual llamo y no tengo ninguna respuesta, por lo cual, escribo un mensaje de texto al señor gobernador por la preocupación mía, envío ese mensaje y pocos minutos después llamo y me atiende una persona, me identifico y me pasa con el señor gobernador. Tenemos una conversación donde le expuse sobre la situación”.
“No sé si es en esta llamado que el señor gobernador me pide que me acerque a la Jefatura para poder presentarle a los policías la propuesta salarial para que la cosa no llegue a mayores”. Respecto a ello, el Obispo aseguró que el rol que le correspondía no era el de “portavoz”, pero si podía ofrecer un diálogo para que las partes puedan encontrarse.
Collazuol indicó que en el diálogo que mantuvo con el resto de los sacerdotes, percibían que no sabían muy bien para qué estaban reunidos. En dicho encuentro, cada uno de ellos manifestó sus inquietudes; debido a ello decidieron hacer un pequeño mensaje a la población, “se escribió, el padre Servín hizo los retoques finales. Ese mensaje fue enviado desde el departamento de comunicación de la Diócesis a los medios”. En esa reunión también se decidió hacer dos cartas “una a los policías y otra al gobernador. El Padre Zabaleta se encargó de llevarlas”. Según el obispo, una de las propuestas fue bien recibida por la policía pero no tiene conocimiento si la otra llegó al Gobernador, Sergio Urribarri.
Luego de ello, recordó “que habla conmigo el señor Niez, donde le cuenta lo que le había pedido el gobernador, si yo podía acompañarlo a Jefatura y le dije que no. Fue el (Niez), el que se dirigió”. Luego de esa comunicación, el monseñor regresó al Obispado y siguió los acontecimientos por la televisión donde puede observar que se le acerca una propuesta a los policías.
“Me pongo en contacto con Niez y me dice que están reunidos en la Cafesg y el gobernador quiere que vengas”, así es que Kleiman, Niez, Zabaleta y Collazoul se dirigen al lugar. “Allí fuimos recibidos en una habitación donde se encontraban el intendente Gustavo Bordet, el señor gobernador, el ministro Bahl, el señor Casañas”. “Salimos hacia Jefatura, Zabaleta, Niez, Kleiman y yo. Al acercarnos a la Jefatura, detrás de esa especie de escenario que se había montado, sale el grupo de policías y ultiman, frente a nosotros, los detalles de lo que podía llegar a acordarse”.
Respecto a la reunión en la sede de Cafesg, Collazoul indicó que allí comenzó el diálogo donde exponían las exigencias de uno, las respuesta de otro. Lo que aseguró fue que “el diálogo fue con mucha vehemencia, un poco acalorado a veces, pero sin amenazas. Hubo momento de tensión cuando el gobernador dijo -este es el presupuesto que yo puedo ofrecer- y golpeó la mesa. En ese momento intervengo y digo que aquí hay que llegar a un acuerdo porque la ciudad está esperándonos”. “Volvió a retomarse el diálogo que parecía trabado”.
Se solicitaba subir el mínimo del básico, pero nuevamente se traba la reunión y es ahí cuando interviene Medina (abogado representante de los policías), y dijo “si se ofrece un aumento de $ 500 en el básico esto se destraba”.
Finalmente se llegó a un acuerdo que debía traducirse en acta, “se dispuso jugar un acta acuerdo”. El obispo aseguró el primer acta acuerdo fue eliminado ya que faltaba un punto. Luego, se redactó nuevamente con los ítems que disponían las partes.
“Los policías pidieron que no se apliquen sanciones y el gobernador se comprometió a que no se aplicaría las sanciones contra los sublevados pero que iba a tratar de ver que se pueda hacer algo”.
