El vuelo MS181 aterrizó posteriormente en el aeropuerto de Larnaca, al este de Chipre, con la tripulación completa. Se sospecha que a bordo del avión había un artefacto explosivo.
Según el reporte de la agencia de noticias AP, mujeres y niños han comenzado a abandonar el aeroplano.
El presunto implicado en el secuestro fue identificado como Ibrahim Samaha, de 27 años de edad.
Agentes de seguridad fueron desplegados en el aeropuerto para atender la situación y garantizar el rescate efectivo de los afectados.
Posteriormente, el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, descartó que el hecho esté relacionado con el terrorismo. Dicha afirmación fue corroborada por el canciller egipcio, Sameh Shoukry.