Los controles de rigor incluyeron el trabajo del can “Jana”, perteneciente a la Dirección Prevención y Seguridad Vial, adiestrado en la detección de sustancias estupefacientes. El animal señaló la presencia de narcóticos en el vehículo. Con anuencia de la Justicia y profundizándose la inspección se utilizó el scanner móvil de la Policía y se logró localizar y secuestrar treinta panes de marihuana, cuyo peso rondó los 30 kilos, ocultos en el vehículo.
Por disposición de la Justicia Federal, tres mayores fueron aprehendidos y trasladados a la Unidad Penal N° 1, mientras que dos menores quedaron bajo la custodia de su madre también detenida.