Sectores independientes celebraron el 1º de Mayo en Paraná

Por su parte, el dirigente Víctor Sartori mencionó los principales puntos del documento calificándolo como “un programa de acción” añadiendo que “nosotros pretendemos que esta confluencia de sectores se transforme en una fuerza social importante que marque rumbo en la provincia”.
«Los obreros, empleados, estudiantes, campesinos, almaceneros, desocupados, todos miembros de la clase trabajadora entrerriana, nos reunimos en este Día Internacional de los Trabajadores, una fecha que conmueve a toda la humanidad, movidos por el espíritu de lucha y contra la resignación.
En memoria de los mártires de Chicago, queremos empezar con un homenaje a las trabajadoras y los trabajadores que dieron sus vidas por condiciones dignas, contra la explotación, y por remuneraciones justas.
Ellos nos dejaron el legado de luchar por una sociedad con igualdad de oportunidades. Empezamos entonces con nuestro reconocimiento a los compañeros que luchan, con un minuto de aplauso.
Llevamos en esta mañana un abrazo fraterno a todos los trabajadores que pueden aportar un plato de comida a sus hijos y darles salud y educación.
Pero nadie podrá conmemorar con felicidad el Día del Trabajador en la Argentina mientras miles de hermanos sigan hundidos en la indigencia. Porque si en todo el mundo la escasez de alimentos en la mesa es un flagelo, en la Argentina el hambre es un crimen.
Nuestro país ha sido bendecido por la naturaleza. Nada justifica que miles de compatriotas sigan mendigando. Uno de cada cinco chicos padece problemas nutricionales sólo en el Gran Buenos Aires. Eso se repite en nuestros pueblos. La desnutrición es un crimen en la Argentina, un país que produce alimentos para más de 330 millones de seres humanos. Compañeros, esta es la gran vergüenza nacional.
Y de inmediato salta el problema que padecen nuestros jóvenes, privados muchos de ellos de contención en el sistema educativo y el laboral, privados de expectativas, y abandonados al mercado del paco y otras drogas. Nadie ignora que este sistema empuja a muchos a la prostitución y a la delincuencia. Son nuestros hermanos, son nuestros hijos, y ante la desidia del poder, en el Día del Trabajador renovamos nuestro compromiso con ellos.
Hay estadísticas escalofriantes: de cada 10 jóvenes que trabajan, ocho lo hacen en negro. El 95 por ciento de los jóvenes que delinquen están drogados. Reclamamos planes de salud sexual y reproductiva, políticas públicas para deporte y cultura para todos, y rechazamos de plano la demonización de la juventud y la moda de pedir que se impute con ligereza.
Hoy parece política de Estado no combatir la droga, que diezma a nuestras chicas y nuestros muchachos. Los mismos gobernantes que abandonan a nuestra juventud, luego se rasgan las vestiduras y la única solución que muestran consiste en llenar las cárceles.
Luchamos y lucharemos por la inclusión de la juventud, con educación y trabajo, con el respeto, el cariño y la comprensión que los jóvenes merecen.
Para empezar a erradicar la indigencia y el desasosiego, reclamamos que los gobiernos acepten y concreten nuestras propuestas por una asignación universal por hijo, que compartimos con diversos sectores. Y que garanticen sí o sí alimentos suficientes y nutritivos para todos, sin clientelismos porque eso atenta contra la dignidad.
Este primero de Mayo nos encuentra otra vez a los trabajadores con necesidades y aspiraciones que están lejos de las políticas gubernamentales. Pero tenemos sobradas fuerzas, en conjunto, para hacernos escuchar.
Nuestras enfermeras, nuestras maestras, no están conformes con las estructuras de salud y educación. No se sienten contenidas por los gobiernos, y ven que su voluntad y esfuerzo a toda prueba no alcanzan para evitar que esos derechos fundamentales se deterioren».

Entradas relacionadas