El crimen conmovió a la ciudad y a la provincia ya que la víctima es primo del subjefe de la Policía de Entre Ríos. El homicidio se descubrió en horas del mediodía del día viernes 3 de mayo de 2013.
Ese día, alrededor de las 11 de la mañana el subjefe de policía de Entre Ríos, Juan Ramón Rosatelli, recibió un llamado telefónico desde el celular de su primo Miguel Ángel. La sorpresa fue cuando se enteró que quien lo estaba llamando no era su primo sino el amigo de su primo, Roberto Marsicano que le estaba avisando que Miguel estaba muerto. Así comenzó todo.
El lunes siguiente, el fiscal Aníbal Lafourcade decidió allanar la casa de Marsicano. A poco de investigar este hecho de sangre, Lafourcade declaró “nunca una causa de homicidio estuvo tan clara”. Es que, Marsicano dejó huellas por todos lados, hasta que no tuvo más remedio que reconocer la autoría.