El 11 de mayo la Codesal (Corporación para el Desarrollo de Salto Grande) a cargo del director del diario “El Sol”, Luis Mazurier, inauguró una “escuela alternativa” para albergar a los 138 alumnos que concurren a la escuela debido a que las obras de la construcción del nuevo edificio aún no fueron finalizadas. “Se inauguró esta obra alternativa con ocho aulas, dos oficinas y vivienda”, dijo el director. Las clases en el galpón remodelado duraron 15 días y finalmente se interrumpieron.
Spinelli recalcó que “unas cuantas cositas quedaron por hacerse”. La primera de ellas es la colocación de un sistema de protección en la instalación eléctrica. “El tendido viene directamente en alta tensión, baja a la estación transformadora que tiene acá Fertimaq y de ahí en directo, sin ningún tipo de llave de corte ni de protección, va a todos los sectores del edificio. No hay forma de cortar la corriente”, explicó Spinelli.
“Hasta que no vengan las autoridades y me solucionen todos estos problemas de dar la seguridad a mis alumnos de que no reciban un golpe eléctrico porque no puedo salvar a nadie”, indicó.
Asimismo, Spinelli debió comprar bidones de agua potable. “No tengo noción si es potable o no”, explicó. El agua sale de un pozo de la ex fabrica Fertimaq, va a una reserva contraincendios, realiza un recorrido de 200 mts. entre dos depósitos de agua y luego llega al edificio escolar. Pidió los análisis a las autoridades deparatmentales de Educación pero nunca se realizaron.
Además, el comedor escolar funciona a medias porque lo mantiene el director aportando dinero de su propio bolsillo. “Nunca hubo partidas; no hay elementos de cocina; no hay cocina”, explicó. Ya no se sirve el almuerzo sino un desayuno a media mañana consistente en un pocillo de leche chocolatada o té y sándwiches o rodajas de pan con manteca y mermelada. Antes el EGB 3 tenía servicio de comedor escolar. Pero desde que Spinelli asumió como director, el 2 de marzo, nunca recibió partidas para que siga funcionando.
La obra de la construcción del nuevo edificio está en un 45 %. Cuando asumió Spinelli, recorrió la misma y le informaron que en mayo o junio iba a estar terminada. No obstante, más adelante se enteró que la empresa se fundió y la obra se paró. “No sé cuando van a terminar ahora porque hay toda una problemática legal, ésta es una estafa muy grande”, dijo el director.
En esos días, Spinelli había pedido que le construyesen ocho aulas alternativas al costado de la obra en el terreno contiguo a la escuela. Para ello pidió que se utilizara material en desuso que quedaba del viejo edificio como los caños de desagüe, chapas, aberturas, etc. “Teníamos muchísimos elementos como para edificar rapidísimo ocho aulas porque la cocina está, los baños están”.
Pero las autoridades del Consejo le ofrecieron otra salida: el galpón ex Fertimaq. “La verdad es que estaba muy contento porque habían hecho una obra muy buena y todas las partes estábamos en conocimiento de todo lo que faltaba y nos sacamos las fotos. Todo muy lindo pero después se fueron y conmigo eso no va”, indicó.
