El director y el contador confirmaron «que se cobró expedientes atrasados de las obras sociales», por lo que el nosocomio «está en condiciones de abonar la vieja deuda». El compromiso de los directivos fue «pagar lo antes posible» y debería ser antes del 10 de mes.
Otro de los problemas fue la suspensión de las cirugías en virtud de la falta de pago a los anestesistas, tema que incluso «se plantea desde la gestión anterior cuando se solicitó la regularización del personal contratado o que en otros casos se formalice el debido contrato».
A siete meses de la actual gestión, observan que «continúan con los mismos problemas porque los anestesistas e incluso enfermeros a los que no se ha blanqueado la situación, todavía no han cobrado».
Además, se han «formulado convenios laborales a personas que nunca han trabajado en el Hospital; mientras que hay personal idóneo que desde hace tiempo desempeña tareas y aún no se les ha formulado contrato». La principal preocupación de ATE es la «poca predisposición en intentar solucionar los problemas existentes».
