Se suicidó una hija de desaparecidos

El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, manifestó su profundo pesar por el suicidio de Virginia Ogando, una nieta recuperada, hija de padres desaparecidos que militaba en la agrupación HIJOS y seguía buscando a su hermano Martín.
“Ni el afecto de su abuela y demás familiares, compañeros y amigos, ni la asistencia psicológica, pudieron en su caso contra las huellas imborrables de aquel descenso a los infiernos del terrorismo de Estado. Su muerte es también un crimen imputable a los genocidas”, señaló Duhalde.
Ogando, de 38 años, tenía tres años cuando la dictadura desapareció a sus padres en el centro clandestino de detención conocido como “El pozo de Banfield”.
“Su lucha, perseverancia y compromiso para encontrar a su hermano nos deja el deber de seguir buscándolo para que recupere su identidad y su historia”, señaló en un comunicado la agrupación HIJOS.

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