El drama comenzó minutos después de las 10,15 horas. Frente a la vivienda, en la Avenida San Martín 875, que compartía con su esposa Rene (74), se observó un gran despliegue de fuerzas de seguridad y la presencia de una ambulancia, que luego se supo acudían para socorrer al hombre.
Salvador Hecker tomó la drástica determinación luego de dejar, en un pedazo de papel, unas líneas “justificando” lo que instantes después haría: “Me cuesta mucho pero la situación me obliga”. Trascendió que Hecker eligió el baño, donde se sentó en una silla, donde “gatilló” el arma que había apoyado en el parietal derecho, a la altura de la sien. La bala que salió de la pistola, Bersa, calibre 22, produjo estragos en el sistema nervioso, y salió por el parietal izquierdo, también a la altura de la sien.
El ruido que generó el disparo movilizó a la señora que ingresó al toilette y se encontró con su esposo, aún con vida, sentado en la silla, sangrando. De inmediato pidió ayuda, y en cuestión de minutos fue trasladado al hospital “Sagrado Corazón de Jesús”, donde los profesionales hicieron todo lo posible por salvarle la vida, pero falleció a las 13,50 horas.
La causa judicial es tramitada en el juzgado a cargo de la Dra. María Cristina Calveyra en Concepción del Uruguay.
Salvador Hecker era parte de una familia de colonos originarios de Basavilbaso, una de las primeras colonias judías de la historia de la inmigración. Recientemente había sido entrevistado por los colegas de Página 12 con motivo de un informe sobre el impacto del conflicto agropecuario suscitado por la aplicación de una resolución ministerial que fijaba la movilidad de la tasa por derecho a la exportación de granos.
