El joven, que había comprado hace muy poco tiempo el coche con el que volcó, se fue por sus propios medios hasta la casa de sus padres, donde vivía junto a otros nueve hermanos, y le pidió a su papá que quería el rifle para salir a cazar, «porque estaba angustiado y quería entretenerse», según comentó el padre. De acuerdo a los dichos del progenitor el muchacho tomó la escopeta, calibre 28, y se fue hasta el acceso norte a la localidad, sobre Ruta 20, comprobándose luego que en un descampado apoyó el arma de fuego sobre la sien y descerrajó un disparo que le provocó la muerte en forma instantánea.
En medio de la consternación que generó el hecho en el pequeño poblado del Departamento Gualeguaychù numerosos vecinos aseguran que el muchacho ya habría anticipado tiempo atrás, que no quería seguir viviendo.